No me voy a repetir con otra entrada identica como en mi otro blog; pero les recomiendo mucho mucho MUCHO esta pelicula.
Hice allá una entrada dedicada a la pelicula y lo que me movió.
La decision mas dificil (My sister's keeper)
martes, 4 de agosto de 2009
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Etiquetas: mas de 1, maternidad, personal, reflexiones
La crianza feliz: extracto (Rosa Jové)
martes, 23 de junio de 2009
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Etiquetas: crianza, crianza respetuosa, rosa jove
La regla de oro de la crianza
martes, 16 de junio de 2009
La Regla de Oro de la Crianza
Por Jan Hunt
Traducido por Marcela Araiza
Fuente: Natural Child
La Regla de Oro ha probado su excelencia como guía moral desde la antigüedad. Los pensadores griegos y judíos, Confucio, Jesús y otros maestros de ética, enseñaron esta regla, la cual es llamada "de Oro" para indicar su relevancia como regla fundamental de vida. ¿Qué mejor enseñanza podemos utilizar en nuestro día a día en la crianza? Una variación de la Regla de Oro para los padres sería "Trata a tus hijos como tú quisieras ser tratado si estuvieras en su lugar". Puede ser esclarecedor aplicar esta "Regla de Oro de la Crianza" a los métodos comunes de disciplina, considerando que los esposos están en "el mismo lugar" que los niños a los que se les aplica la disciplina.
1. Castigos Físicos
La esposa derrama el café accidentalmente en el saco nuevo de su esposo. Él le pega. ¿La esposa será más cuidadosa con las pertenencias del esposo en el futuro? ¿O hará que lo arresten por violencia intrafamiliar?
2. Tiempo fuera
El esposo comienza a discutir con un amigo que está de visita. La esposa le dice "¡No es amable que discutas con tu amigo! ¡No lo permitiré! ¡Vete a sentar en tu cama una media hora!" ¿El esposo se volverá menos discutidor? ¿Lo embarazoso de la situación hará que se corrija? ¿Se sentirá con ganas de pedirle disculpas a su amigo?
3. Consecuencias
La esposa está manejando, olvidó llenar el tanque y se queda sin gasolina. Ella llama a su esposo y le pide que le traiga gasolina. Él se rehúsa, explicando que tiene que aprender de las "consecuencias naturales" para que sea más responsable. ¿La esposa se acordará de llenar el tanque cuando esté casi vacío la próxima vez? ¿O estará demasiado preocupada imaginando el divorcio como para pensar en cosas menos importantes como el mantenimiento del carro?
4. Conteo
La esposa le recuerda al esposo, quien está leyendo el periódico después de cenar, que es su turno de lavar los trastes. El murmura "Mm hmm" y sigue leyendo. La esposa dice firmemente "¡Tienes que lavar los trastes ahora! 10-9-8-7..." ¿El esposo sentirá ganas de cooperar con su esposa? ¿O pensará que se ha casado con una lunática? ¿Y se sentirá poco amado?
Todos estos métodos disciplinarios parecen ridículos cuando los vemos de esta manera. Pero la razón es que nuestra sociedad decidió en algún momento que los niños y los adultos responden a diferentes principios de conducta. Este ha sido un error muy dañino. La verdad es que los niños, como los adultos, sienten más ganas de cooperar cuando se les trata con amabilidad, respeto, entendimiento y dignidad.
El único método que tiene sentido en las relaciones humanas, ya sea con un niño o con un adulto – es el amor incondicional.
En nuestra sociedad, nos hemos hecho la pregunta equivocada. Hemos preguntado "¿Cuales reglas funcionan con los niños y cuales con los adultos?" La realidad es felizmente más sencilla: Todos los humanos se portan como se les trata. La edad no hace la diferencia. Los padres que quieren ayudar a sus niños a crecer como adultos amorosos y responsables, no pueden hacer otra cosa mejor que recordar la Regla de Oro: "Trata a tus hijos como tú quisieras ser tratado si estuvieras en su lugar." Es simple, sencillo y efectivo. Y no necesitamos estar buscando a qué edades aplica esta regla. Es lo mismo para todos.
Lo vi en el foro de Criando Creando
Publicado por Unknown en 21:45 1 comentarios
Etiquetas: crianza, reflexiones
Boletin de Laura Gutman: Nunca es tarde
viernes, 15 de mayo de 2009
Un día cualquiera aparece un maestro, un libro, un amigo o un pensamiento que cambia el curso de nuestras arraigadas creencias. Dentro de ese viraje personal, lo que hemos hecho con nuestros hijos ya no nos gusta. Hoy no haríamos lo mismo. Nosotros hemos cambiado. Pero lo que no podemos cambiar es el pasado.
Pues bien, llegó el momento de reconocer que ya no nos cabe en nuestro ser interior una modalidad antigua, basada en el prejuicio o el miedo. Tal vez hemos sido demasiado exigentes con nuestros niños, creyendo que hacíamos lo correcto pero alejados de nuestros sentimientos amorosos. Quizás los hemos maltratado sutilmente. Les hemos mentido y hoy son poco confiados. Hemos menospreciado sus sentimientos. Hemos exigido obediencia y nos han respondido con rebeldía. Hemos hecho oídos sordos a sus reclamos y ahora ellos no nos escuchan a nosotros.
Han pasado los años y querríamos rebobinar la vida como una película para hacer las cosas de otro modo. Pues bien, hay algo que sí es posible hacer hoy: darnos cuenta. Luego, hablar sobre ello con nuestros hijos. Incluso si tienen dos años. O cinco. O catorce. O veintiséis. O cuarenta. O sesenta años. Poco importa. Nunca es tarde. Siempre es el momento adecuado cuando humildemente generamos un acercamiento afectivo para hablar de algún descubrimiento personal, de un anhelo, de un deseo o de nuevas intenciones. Para un niño pequeño es alentador escuchar a su madre o a su padre pedirle disculpas, comprometiéndose a ofrecer mayor cuidado y atención. Para un adolescente, es una extraordinaria oportunidad, hablar con alguno de sus padres en una intimidad respetuosa nunca antes establecida entre ellos. Para un hijo o hija adultos, es una puerta abierta para formularse preguntas personales. Para un hijo maduro, es tiempo de confort y de profunda comprensión de los ciclos vitales.
Cualquier instante puede ser la ocasión perfecta para compartir el cambio que uno ha decidido asumir. No hay lección más virtuosa que compartir con los hijos el “darse cuenta” y la intención, la firme intención de devenir cada día mejores personas. Definitivamente, para un hijo es extraordinario encontrarse con la sencilla y blanda humanidad de los padres que buscan su destino, cada día.
Laura Gutman
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Etiquetas: Laura Gutman, maternidad, ser madre
Mimar sus alas :D
martes, 5 de mayo de 2009
Del blog alternativo:
"Todos los niños del mundo del mundo nacen con alas. Todos los niños son speciales. No importa si son índigo, cristal, arco iris o cualquier etiqueta de la New Age, todos son seres de luz.
Y las madres, a través del embarazo, parto, lactancia y crianza con apego, somos principalmente las encargadas de cuidar esas alas y no permitir que se marchiten.
La estrategia más eficaz del Sistema para someter a la población a un tipo de vida determinado ha sido cortar las alas de las propias madres para que ellas a su vez se las corten a sus hijos. Y así, inconscientemente, se reproduce todo el engranaje.
Cuando negamos sistemáticamente las necesidades y deseos infantiles para que encajen con el orden establecido les estamos cortando las alas. Las tijeras primero aparecen en la propia familia y luego externamente.
Pero los bebés y los niños están mucho más conectados que la mayoría de los adultos con su propio saber interno, con su Alma, y merecen todo nuestro respeto. Nos han hecho creer que vienen sin manual de instrucciones pero sí lo traen, en su propio idioma que podemos escuchar y atender individualmente.
No necesitamos barricadas para sanar y transformar el mundo. La revolución de las madres se gesta dentro de cada hogar y con “tiritas” como munición. Tiritas para volver a unir los pedazos de nuestras alas y, con ellas puestas, enseñar a la nueva generación a volar: a que tengan una absoluta confianza en si mismos y en sus posibilidades ilimitadas, a que sepan que no existen obligaciones sociales por encima de sus sueños, a que nunca se desconecten de su propia Luz que es la luz del Universo y a que experimenten desde bebés lo que es el amor incondicional.
Acompañar a nuestros hijos por la vida a través de la maternidad puede ser una experiencia única de transformación personal y alquimia social. Y sólo hace falta que mimemos sus alas…"
Sigan el link, porque tiene enlaces a varios articulos igual de claros y contundentes
Publicado por Unknown en 22:49 0 comentarios
Etiquetas: apego, crianza, maternidad
Somos mamás :)
domingo, 26 de abril de 2009
Condiciones para pasar tu premio:
(Importante: esto tambien debes copiar y pegar en tu blog)
1- Mencionar quien te dió el premio
2- Mencionar algo que nunca publicarias en tu blog
3- Mencionar algo que siempre aparece en tu blog
4- Pasarselo a 5 Blogs mas, incluyendo sus nombres y links respectivos
1.- Desde que eras en embrion recibio el premio de CRECIENDO CON AMOR (gracias, amigu!!)
2.- Jamas publicaria consejos para manipular a los niños.
3.- La fuente original, jeje.... sto es un copy-paste, recopilaciones, recuerdan?
4.- Para no repetir, se lo otorgo a:
Cafe con mis amigas
Andar el camino de la maternidad
Lagrimas de cocodrilo
Recetas de marruecos
Viviendo para amar
Besos!
Publicado por Unknown en 22:44 0 comentarios
Etiquetas: random
upss link mal hecho (fe de erratas)
En la entrada anterior, cite a mi amiga Valeria pero puse una direccion incorrecta:
http://criandoconamor-crianzaconapego(.)blogspot(.)com
la direccion correcta es:
http://creciendoconamor-crianzaconapego.blogspot.com
ya lo modifique en la entrada original
upsi perdonnn pero como la cito tanto espero que no hallan batallado ir a su blog :)
Publicado por Unknown en 22:40 0 comentarios
Etiquetas: random
Un trabajo hormiguita
lunes, 6 de abril de 2009
Publicado por Unknown en 23:02 2 comentarios
Etiquetas: maternidad, reflexiones, ser madre
La revolucion en casa. Laura Gutman.
lunes, 16 de marzo de 2009
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Etiquetas: apego, crecimiento, Laura Gutman, maternidad, primera infancia
C.H.I.L.D. disorder
viernes, 13 de marzo de 2009
Publicado en el foro de Criandocreando
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Etiquetas: 2 años, apego, colecho, crecimiento, humor, maternidad, no castigos, primera infancia, ser madre
Feliz dia de la Mujer!!!
domingo, 8 de marzo de 2009
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Etiquetas: campañas
Los limites.... (L. Gutman)
jueves, 22 de enero de 2009
Solemos determinar que un niño “no tiene límites” cuando “pide” desmedidamente o cuando su movimiento constante nos distrae o nos reclama atención. Sin embargo, antes de juzgarlos y rotularlos en su comportamiento, tratemos de ponernos en su lugar, de imaginarnos en su cuerpo y en su confusión, en la imposibilidad de comunicar lo que genuinamente necesita. El niño utiliza el mismo sistema confuso de pedir “lo que puede ser escuchado” y no lo que realmente desea. Ya ha constatado que lo que molesta, siempre es prioritario en la atención de los demás.
Cuando los adultos no logramos reconocer con sencillez y sentido lógico una necesidad personal, tampoco podemos comprender la necesidad específica de un niño, y menos aún si está formulada en el plano equivocado. Sin darnos cuenta, pedimos lo que creemos que será escuchado y no lo que realmente necesitamos. A este fenómeno tan frecuente y utilizado por todos nosotros, lo denomino: “pedido desplazado”.
Por ejemplo: las mujeres necesitamos que nuestro esposo nos abrace y nos diga cuánto nos ama. Sin embargo en lugar de explicitar nuestra necesidad afectiva, le rogamos que se ocupe de cambiar al bebé. Cuando un deseo es expresado a través de otro deseo, aparece el malentendido. Inconscientemente solicitamos algo diferente de lo que necesitábamos, por lo tanto no obtenemos lo deseado, y así nos sentimos incomprendidas, desvalorizadas y enfadadas. En el plano emocional, cuando no sabemos lo que nos pasa o no lo podemos explicar, obviamente nada ni nadie logran satisfacernos.
En relación a los niños, esta situación es tan corriente que la vida cotidiana se convierte en “un campo de batalla”. Levantarse para ir a la escuela, comer, bañarse, ir de compras, hacer la tarea, llegar o irse de algún lugar, ir a un restaurante en familia; todo parece ser “un gran malentendido” donde todos terminamos molestos. Y hemos encontrado un rótulo muy de moda aplicable a casi cualquier niño y a casi cualquier situación: “a este niño le faltan límites”
El tema de los límites -como se lo entiende vulgarmente- es un problema falso, ya que no se vincula con la autoridad o la firmeza con que decimos no. Al contrario, se resolvería fácilmente si fuésemos capaces de acordar entre el deseo de uno y el deseo del otro con sentido lógico para ambos. Y para ello se necesita capacidad de escucha, una cierta dosis de generosidad, reconocimiento de las propias necesidades, y luego la comunicación verbal que legitime y establezca lo que estamos en condiciones de respetar sobre el acuerdo pactado.
Nos preguntamos cómo hacer para que nuestros niños se comporten bien, sean amables y educados y puedan vivir según las reglas de nuestra sociedad. Sin embargo, estos “resultados” no dependen tanto de nuestros consejos, -y mucho menos de nuestro autoritarismo- sino de lo que podemos comunicar genuinamente. Para ello se requiere un trabajo de introspección permanente. No puedo contar qué me sucede si no sé qué me pasa de verdad. Luego, es necesario saber lo que le pasa al niño. Y sólo después será posible llegar a acuerdos basados en el conocimiento y la aceptación de lo que nos pasa a ambos. Si queremos niños dóciles y comprensivos, tendremos que entrenarnos en la dulzura hacia ellos y hacia nosotros mismos.
Por otra parte, ir en busca del pedido original del niño, requiere un conocimiento genuino sobre las necesidades básicas de los más pequeños. Los adultos consideramos con frecuencia que “ya son demasiado grandes para...” Invariablemente deberían lograr algo que aún les resulta inalcanzable como habilidad: jugar solos, no chuparse el dedo, permanecer en las fiestas de cumpleaños sin nuestra presencia, dejar el biberón, no interrumpir cuando los grandes conversan, quedarse quietos, estudiar solos, no mirar la tele, no molestar, etc.
Pero lo verdaderamente complejo, es que la presencia comprometida de los padres es escasa. Cuando los niños “no tienen límites, piden desmedidamente o no se conforman con nada”, están reclamando desplazadamente presencia física y también compromiso emocional. De hecho, cuanto más insatisfechos estén los niños, más reclaman, menos los toleramos y más los adultos los echamos de casa porque nos desgastan. Los enviamos a pasar largas jornadas en las escuelas, fines de semana en casa de los abuelos, múltiples actividades extra escolares…ahondando la desconexión y el abismo que nos separa.
Un niño que nos exaspera es simplemente un niño necesitado.
Por eso el tema de los límites es un problema falso. Cuando hablamos de límites, hay que considerar nuestras capacidades de comunicación y de franqueza con la que nos dirigimos a nuestros hijos.
Esto no significa que debamos soportar la tiranía de caprichos absurdos. Al contrario, el niño no es libre de hacer cualquier cosa, pero nosotros tampoco. Se trata de preguntar al niño qué necesita, en qué lo podemos ayudar, y se trata de relatar también qué nos sucede a nosotros los adultos y qué estamos en condiciones de ofrecer. Luego, haremos algunos acuerdos posibles. Así de fácil.
Fuente: Laura Gutman
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Etiquetas: crianza, Laura Gutman, maternidad, ser madre
Siempre hay algo detras de un berrinche....
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Etiquetas: berrinches, crianza, Laura Gutman, maternidad
Maternar y Trabajar (Laura Gutman)
miércoles, 7 de enero de 2009
El problema no es el trabajo. El problema es la vuelta a casa. Pensemos cuántos minutos por día le dedicamos -de verdad- a la satisfacción pura de nuestros hijos traducida en piel, olor, leche, fluidos, abrazos y palabras llenas de sentido.
Cuando regresamos a casa, el niño que ya nos ha esperado con infinita paciencia siente que, ahora sí, ha llegado la hora de estar con mamá. A partir de ese momento merece ser resarcido, colmado de caricias, tiempo, abrazos y sonrisas y también merece recibir respuestas a sus reclamos legítimos ya que ha esperado estoicamente el regreso de su madre. Si somos capaces de delegar todo lo demás una vez que hemos regresado a casa, si comprendemos que no hay nada urgente más que nutrir a nuestro bebe de caricias y leche, entonces el trabajo no será un obstáculo para el vínculo amoroso entre la madre y el niño.
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Etiquetas: crecimiento, crianza, lactancia, Laura Gutman
Feliz Dia de Reyes!!!!
martes, 6 de enero de 2009
A todos los niños les quiero desear un feliz dia de reyes, y a todos los papas recordarles:
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Etiquetas: campañas, crianza, no castigos, reflexiones