¿¿Adivina cual de las dos conductas recibe mas criticas??

domingo, 29 de junio de 2008




El caso contra el tiempo fuera



Fuente: Natural Child

La imagen es de Patricia Meteola.



Durante generaciones, los padres han buscado una manera confiable para manejar las conductas no deseables de los niños. La técnica más popular y reciente es el tiempo fuera. Aunque es mejor que los golpes, no es una manera apropiada de manejar la conducta indeseable de sus niños. Más aun, el uso del tiempo fuera puede crear más problemas de conducta. Estos problemas pueden afectar el bienestar del niño y dañar severamente la relación padre-hijo.


La conducta del niño – Un síntoma


La conducta de los niños tiene una causa legítima. La conducta en la niñez está determinada, en su mayoría, por cómo se sienten los niños acerca de sus necesidades físicas y psicológicas. Las necesidades son fuertes en cada niño, y los niños, por naturaleza, son sensibles a sus propias necesidades. Si una o más de sus necesidades no son cubiertas, los niños pronto se sentirán incómodos.


Los niños lloran cuando se sienten incómodos. El llanto de un bebe o niño pequeño anuncia sentimientos de frustración. Estos llantos han evolucionado como un mecanismo de supervivencia. Atraen la atención de sus padres. El propósito del llanto es obtener la calidad de amor y cuidado parental que atenderá correctamente sus necesidades sin atender, y por lo tanto, establecer sentimientos de seguridad en el niño. La conducta inapropiada de niños mayores y adolescentes es un grito de ayuda anunciando la frustración por sus necesidades no atendidas.


Los llantos y conducta inapropiada de los niños y adolescentes son, de alguna manera, como una garganta irritada, nariz tapada, músculos adoloridos, o una fiebre. Todos son síntomas. Todos tienen causas. Un profesional médico sabe que cuando el virus o bacteria que está causando los síntomas físicos se elimina, las sensaciones molestas serán sofocadas. Similarmente, cuando los padres "diagnostican" correctamente y proveen los remedios que atiendan las necesidades de los niños y adolescentes, los síntomas de los llantos o conducta inapropiada también desaparecerán.


La frustración de necesidades importantes no se siente bien a ninguna edad. Sin embargo, los niños a menudo se molestan bastante y demandan más atención cuando sus necesidades no son cubiertas. Sus exabruptos intensos vienen de su naturaleza dependiente. A diferencia de la mayoría de los adultos, los niños pequeños no tienen la capacidad de cubrir sus propias necesidades. Son físicamente incapaces de hacer la mayoría de las tareas propias de su cuidado. Por naturaleza, también tienen fuertes necesidades emocionales y vulnerabilidades. Y más allá, a diferencia de la mayoría de los adultos, los niños pequeños son incapaces de tolerar bien la frustración. Adicionalmente, los bebes, niños pequeños y aun muchos en edad preescolar son incapaces de identificar las necesidades frustradas que los hacen sentirse molestos. Por esto es prácticamente imposible para la mayoría de los niños pequeños decirles a sus padres que es lo que les está molestando, y porque son a menudo incapaces de hacer que sus necesidades se cumplan.


El tiempo fuera


Cuando se usa el tiempo fuera, los padres primero exigen firmemente que su niño pare de portarse mal y que se quede quieto. Se le pide entonces al niño que vaya y se siente solo en un cuarto, lejos de sus padres, y se le advierte que no salga del cuarto hasta que esté seguro de que puede controlar su conducta. Al enviarlos a tiempo fuera, lo que pasa es que se prolonga el tiempo que un niño debe soportar la necesidad frustrada que dio origen a su conducta inapropiada. Por lo tanto, las necesidades sin cumplir se vuelven cada vez mas incomodas durante el tiempo que dura el tiempo fuera. Los niños pequeños dependen (y quieren) el amor de sus padres, y los necesitan.


Lo que exacerba este incomodísimo y creciente estado de frustración es el hecho de que el niño debe estar solo, lejos de sus padres, los mismos en los cuales deben apoyarse para atender sus necesidades. Esta separación forzada de su fuente básica de comodidad, seguridad y bienestar, se suma al malestar inicial del niño. Además, estar solitos en tiempo fuera puede crear sentimientos de enojo adicionales, que el niño tiene que soportar. Es común que desarrollen emociones dolorosas, como el miedo y la preocupación. Un niño frustrado que se debe quedar sentado y calladito en tiempo fuera, frecuentemente se vuelve un niño enojado. Aunque los más pequeños no se atreven a expresar esta rabia que sienten cuando están en el tiempo fuera, el niño a menudo lo expresa mostrándose enojado y desafiante un tiempo después del citado tiempo fuera. La práctica de separar a un niño de sus padres (durante el tiempo fuera) puede por sí misma convertirse en la causa de conducta no deseada en el futuro, porque estar solos en tiempo fuera incrementa las frustraciones que siente un niño ya frustrado.


Los problemas y conflictos interpersonales se resuelven mejor cuando cada individuo tiene suficiente oportunidad de hablar y ser oído por la otra persona. Para que un pequeño aprenda la manera saludable de resolver los problemas, es esencial el proceso de modelar, iniciar y practicar el dialogo abierto. ¿Se presta el tiempo fuera a este proceso? Ayudar a los niños a hablar de la manera en que se sienten, combinado con paciencia de sus padres, se requiere si queremos que los niños desarrollen la habilidad de verbalizar sus sentimientos y necesidades, en vez de expresarlos con estallidos y berrinches.


Efectos a largo plazo del tiempo fuera frecuente.


Para el niño frustrado e incomodo, las ofertas de tiempo fuera ofrecen silencio forzado y el sentimiento de ser rechazado por sus propios padres. Un pequeño que se comporta mal y se le manda a tiempo fuera a menudo se siente herido. Este dolor, combinado con la frustración que originó la mala conducta, da lugar a la rabia. Y las practicas disciplinarias como el tiempo fuera, que crean dolor y enojo o rabia, pueden lastimar a un niño.


Un costo muy serio de imponer tiempos fuera en la niñez es que enseña que uno debe acumular las emociones incomodas. Enojados en el tiempo fuera, e incapaces de expresar sentimientos negativos, los pequeños desesperadamente necesitan parar los sentimientos negativos que suceden en ellos. Para manejarlos, los niños aprenden a ignorarlos y/o distraerse de la energía de sus emociones y sentimientos de dolor y rabia. Así, los niños aprenden a reprender sus sentimientos dolorosos. En el proceso, aparecen hábitos nerviosos como chuparse el dedo, morderse las uñas, jalarse el pelo, rascarse la piel, jalarse la ropa y muchas otras conductas similares. El propósito de estas conductas es alejar los sentimientos dolorosos, y, en identificación con la crítica de sus padres, o como la perciben, castigarse a sí mismos. Estas estrategias de defensa sirven para liberar la rabia e ignorar los sentimientos dolorosos.


Como resultado, las personas viven ignorando sus sentimientos y emociones verdaderas. Esto reduce la autoconciencia y afecta la calidad de vida, durante toda la vida.


Desarrollando un niño "bien comportado"


Los padres pueden ayudar a criar un niño bien comportado, disciplinado, respondiendo continuamente a las necesidades normales de su desarrollo y sus impulsos; demostrando y expresando verbalmente valores humanos en el día a día con sus pequeños, y exponiendo a sus niños a experiencias que refuercen estos valores. Cuando los padres no cumplen las necesidades e impulsos de los pequeños consistente y apropiadamente, se vuelven niños malcriados y con problemas.


¿Cuáles son las necesidades básicas y normales de la niñez? Si un niño está sano físicamente, bien nutrido, hace suficiente ejercicio, y no está cansado, las necesidades físicas de ese niño están cubiertas. Un pequeño que ha recibido suficiente atención, afecto y reconocimiento, de una manera continua y satisfactoria de sus padres y otros adultos y niños que le rodean y a los cuales esta apegado emocionalmente, las necesidades emocionales y sociales están completas. Si al niño se le da la oportunidad de develar y desarrollar su curiosidad normal y sus intereses, sus necesidades intelectuales serán satisfechas. Cuando a los niños pequeños se les da la oportunidad, dentro de un ambiente de apoyo y de confianza, de ser cada vez más independientes (de acuerdo a su edad), tomar decisiones y participar activamente en ellas, su necesidad normal de ejercitar algún control sobre su vida y de expresar su propia voluntad están siendo atendidas apropiadamente.


Es muy importante que los padres y futuros padres aprendan las características normales del desarrollo en cada etapa. También es importante reconocer un mito virulento que aun existe en nuestra sociedad: que satisfacer totalmente las necesidades de un niño lo malcriará. La investigación claramente nos dice que lo opuesto es verdad. Los niños bien disciplinados se hacen cuando los padres cumplen apropiadamente las necesidades de la niñez y adolescencia.




El Dr. Peter Haiman ha sido un asesor de la educación de los niños por más de 30 años. Desarrollo y administro un centro nacionalmente reconocido para padres e hijos en Cleveland, Ohio, y también se desempeño como presidente del Departamento de Desarrollo Infantil y Educación de la Primera Infancia en la Universidad de South Carolina.


Este artículo se publicó en la edición de Mayo-Junio 1998 de la revista Mothering. Se reproduce con el permiso del autor y editores.



El miedo a ser permisivos

sábado, 28 de junio de 2008





Me encontre este articulo y me parecio muy interesante, a pesar de que tiene para mi gusto demasiadas alusiones a la religion y a la sociedad norteamericana. Sin embargo tambien me pareció de una lógica aplastante.





A la gente nunca le ha sorprendido saber que muchos de los chicos irresponsables, delincuentes, drogadictos o con otros problemas similares han sido criados en ambientes que dejan mucho que desear. Esta relación entre el hogar "enfermo" y el hijo "enfermo" se ha conocido por siglos. Es totalmente razonable esperar, y la experiencia lo ha confirmado repetidamente, que los niños criados por padres infantiles, indolentes, irresponsables, incompetentes o criminales, resultaran mal ("de tal palo, tal astilla"). Podemos intuir con bastante seguridad que en esas familias los padres dan un mal ejemplo, han fracasado en enseñar conductas éticas apropiadas y no han puesto suficiente atención a las necesidades físicas y emocionales de sus niños. Podemos incluso sospechar que estos padres en realidad no deseaban o no aman a sus hijos. El sentido común nos dice que los "niños problema" resultarían de tal contexto familiar.

De cualquier manera, lo que ha sido extremadamente confuso para los padres por siglos, es el problema de explicar cómo esos niños "salvajes" irresponsables, delincuentes que en realidad han sido criados por padres honestos, responsables y en general, buenos ciudadanos. Esta contradicción entre la moral de los padres y la de los hijos ha sucedido tan regularmente durante toda la historia del hombre que se ha convertido en parte de nuestro folklore. Numerosas novelas y obras de teatro se centran en una persona prominente cuyo hijo se convierte en el malo del pueblo o en como la hija del ministro se convierte en la prostituta del pueblo.


Históricamente, en sus intentos para explicar este fenómeno, el público ha utilizado tres teorías principales. La más antigua sostiene que el hijo malo ha sido poseído por el diablo o algún otro espíritu malvado. El sentido común dictaminó en estos casos que la estrategia a seguir para curar la condición era "sacar el diablo a golpes" del niño. A medida que la humanidad se alejó de esta conducta primitiva, una idea más compatible con el pensamiento científico moderno se desarrollo. Fue la teoría de la trasmisión hereditaria de los defectos de la conducta y personalidad. De acuerdo a esta teoría, si un hijo "malo" de repente aparece en medio de una familia "buena", se ha sospechado que sus ancestros tenían genes defectuosos. Así, probablemente este gen se manifestó de improviso en el niño que era el portador. Gradualmente esta idea también fue desacreditada por genetistas, biólogos y psicólogos del siglo veinte. Permaneció entonces, solo una explicación ampliamente aceptada para este fenómeno que no ha sido refutada por pensamiento avanzado alguno.


Esta tercera explicación pone la culpa de los niños delincuentes en los padres que son permisivos. Esta teoría siempre ha coexistido con las otras dos. Pero ahora, las otras dos teorías han desaparecido, esta aparece como la favorita absoluta.


Específicamente, de acuerdo a esta explicación, los padres de un hijo delincuente han sido ya sea muy ignorantes o muy irresponsables por no haber castigado a sus hijos, ya sea por conductas negativas sin importancia o graves. Es por el fracaso o la negación de los padres de haber usado castigos fuertes, firmes, congruentes y justos, y a veces hasta demasiado duros, lo que permitió que el hijo desarrollara una conducta salvaje, irresponsable o antisocial. Por lo tanto, de acuerdo a esta teoría, la aversión de los padres a castigar como una fuerza restrictiva permitió al niño desarrollar un patrón delincuente. Esta forma particular de fracaso parental se conoce como ser permisivos.


Como dije anteriormente, esta explicación que culpa a los padres no es más nueva que la teoría demoniaca o la hereditaria. El hecho de que esta etiquetada con el termino más bien contemporáneo: "permisividad", muy apenas disfraza su antigüedad. Sus raíces, de cualquier manera, pueden ser vistas claramente en advertencias a los padres como: "Mientras la rama se dobla, va creciendo el árbol" ("As the twig is bent, so grows the tree") y "el que no odia a su hijo no evita la vara" ("He who hates not his child, spares not the rod.")


Actualmente, entonces, las advertencias sobre la permisividad parental representan la más grande guía teórica disponible para los padres y autoridades responsables en sus esfuerzos por entender, prevenir y tratar desordenes de conducta, incluyendo el tan tristemente actual uso de drogas.


Espero convencerlos de que la permisividad no debería ser aceptado como una explicación válida para lo que está mal en tantos jóvenes de hoy en día. Esto no es para defender o condonar el sobrepermisividad. Al alcance al que es practicado tendría un efecto muy pobre en la personalidad de un niño. De cualquier manera, mi propia experiencia con muchísimas familias me ha convencido que hay muy pocas personas en el país suficientemente alejadas de la fuente de información disponible como para permanecer ignorantes al respecto de los peligros del verdadero sobrepermisividad. Esta información se maneja diariamente en cantidades masivas, en las iglesias y escuelas, en las cortes legales, en los programas gubernamentales e indirectamente en todas las formas de publicidad. Los peligros del sobrepermisividad se describen en libros, artículos de revistas, en las columnas de consejos de los periódicos, y en panfletos producidos por ciudadanos preocupados. El punto de vista principal se presenta casi universalmente como el modelo más valido a seguir por los padres.


En determinado momento durante el transcurso de mi trabajo como psicólogo trabaje para una institución que proveía custodia y tratamiento para enfermos mentales. Esta gente había sido declarada loca, y legalmente confinadas en una institución. En mis charlas con estos pacientes, muchos de los cuales eran padres, encontré que estaban bastante conscientes de los peligros del ser permisivos en la crianza con sus propios hijos. Años más tarde trabaje extensivamente con adultos diagnosticados ya sea como con personalidad limítrofe o con retraso mental (con CI de 65 y menos). La mayoría de ellos podrían recibir ayuda económica del estado por la severidad de su enfermedad. Estas personas también podían describirme a su manera lo cuidadosos que tenían que ser en educar a sus hijos de manera de no malcriarlos.


Es muy improbable que cualquier tema en este país produjera tanto acuerdo como al respecto de los peligros para el niño de la permisividad parental.


Así, espero convencer al lector que el "enemigo" del niño NO es la permisividad, sino más bien EL MIEDO a ser permisivos. Es este miedo el que convierte a buenos padres a comportarse con sus niños en maneras irrespetuosas, no empáticas, insensibles que al final dan como resultado delincuencia juvenil. Es este miedo a la permisividad que asusta a los padres y no les permite demostrar formas de conducta que sean humanas, constructivas y conciliatorias que construyan, en vez de destruir su relación con sus hijos. Es el miedo de los padres a ser permisivos que los forza a abandonar su papel como el mayor recurso de sus hijos, el cual debería proveer gentileza, amabilidad, confianza, fe y capacidad de perdón en la relación con los otros. Debido a que han sido forzados por una teoría anticuada a abandonar estas formas de conducta que producen sentimientos amorosos en sus hijos, los padres inevitablemente producen sentimientos de enojo, con consecuencias trágicas.


Lo que estoy tratando de presentar al lector, es que, contrario a lo que puedes creer ahora, la mayoría de los niños que se convierten en delincuentes y/o drogadictos NO HAN SIDO TRATADOS PERMISIVAMENTE. Tampoco vienen de hogares en los cuales los padres han sido irresponsables, incompetentes o negligentes en cualquier responsabilidad para con sus hijos. Mas bien, estos jóvenes han sido educados por padres que son por lo general informados, sinceros, inteligentes, dedicados y responsables miembros de su comunidad. Es el padre promedio, de clase media, guiado por su miedo a ser permisivo que, durante el proceso normal de criar a un hijo, manifiesta inconscientemente un grado de sentimientos hostiles en el niño que resulta en varias formas de conducta antisocial.


Por siglos, la gente ha estado educando a sus hijos siguiendo la teoría antigua de que un grado suficiente de castigo, juiciosamente aplicado, podría crear buen carácter y buena conducta. Sin embargo, como ya lo indique, el fracaso de esta técnica es tan numeroso que se ha engarzado en nuestra literatura. ¿Cómo se puede creer la longevidad increíble de esta teoría antiquísima de cara a la evidencia contraria masiva? Me gustaría discutir varias razones en detalle para que comprendan mejor y sean capaces de determinar la inutilidad de esta teoría-del-miedo-a-malcriar para tus propios hijos.



La razón principal para la persistencia de la confianza pública en la efectividad del castigo es que el castigo afecta la conducta y los resultados son casi inmediatos. Particularmente, cuando el niño es joven, el castigo produce cambios de conducta que se observan inmediatamente, de acuerdo a los deseos de los padres. Como cualquier padre sabe, si se le pega en la mano a un niño pequeño suficientemente fuerte y a menudo, el niño parará de hacer con esa mano lo que el padre no quiere que haga. Esta secuencia inmediata de causa y efecto da al uso del castigo la APARIENCIA de validez indisputable. El sentido común de los padres se inclina hacia aceptar la evidencia que el mismo padre está viendo. Por lo tanto, la lógica y el "sentido común", respaldados por una amplia aprobación social dictan que los padres continúen dependiendo de la teoría que manda el castigo para la conducta indeseada, en vez de experimentar con algunas teorías más abstractas que prometen buena conducta después, pero proveen resultados menos inmediatos en controlar la conducta del niño, aquí y ahora.



Veamos el siguiente caso y fijémonos en como los padres confían cada vez más en que su técnica de educación es la correcta.



Los padres pudieron eliminar la tendencia de su hijo, al año y medio y a los dos años, de abrir ciertas puertas, con el castigo de pegarle en las manos. (El castigo "funcionó") Cuando el niño tuvo 3 años y medio, pudieron parar sus berrinches pegándole. Ocasionalmente, usaban una vara larga si la mano sola era insuficiente (el castigo "funcionó) Cuando tuvo 5 años, lograron que dejara de decir malas palabras lavando su boca con jabón (el castigo "funcionó") El niño se comportaba en la mesa porque lo castigaban si mostraba malos modales. Si "comía como un cerdo", o se negaba a probar comidas nuevas, o si no se terminaba toda la comida de su plato, lo mandaban a su cuarto. (De nuevo, el castigo "funcionó") A los 9 años, los padres detuvieron su tendencia de llegar tarde a cenar castigándolo sin dejarlo salir una semana cada vez que llegaba tarde. Por lo tanto, todos los problemas de conducta del niño fueron "resueltos" con el uso consistente de castigos desde suaves a moderados. (a mi no me lo parecen, ni suaves ni moderados)



Ahora, "de repente" a los 13 años de edad, el niño se vuelve apático y hostil. No trabaja en clase y está en conflicto constante con las autoridades escolares. Usa lenguaje irrespetuoso enfrente de su madre. Y para colmo, se le sorprende tomando pastillas en el baño de la escuela.



¿Qué pensaría cualquier padre sensible que seguía? Obviamente, la misma cosa que había sido tan exitosa en "resolver" todos los problemas de conducta del niño durante todos los años anteriores. Solo que ahora, debido a la seriedad de la mala conducta, un castigo más severo que nunca es lo que parecería apropiado. En tal situación, los padres sinceros pero terriblemente alarmados le darían al niño la paliza más severa que había recibido.



Como pueden ver, el hecho de que el castigo pareciera funcionar cada vez que fue usado hace imposible que los padres conciban la idea de usar cualquier otra técnica. Por lo tanto, la demostración inmediata del efecto del castigo ha seducido a generaciones de adultos sensibles a abrazar esta técnica como la técnica principal para criar a sus hijos.



El Segundo factor al que se le atribuye la longevidad de este acercamiento es la impresionante creencia pública en su efectividad. Esta creencia masiva en la utilidad del castigo esta creada en el factor número uno, descrito arriba. De cualquier forma, ya que se alcanza la aceptación universal, el público mismo se convierte en un factor que perpetua la creencia. El padre individual está irremediablemente intimidado por la existencia de una teoría que históricamente y hasta la fecha ha conseguido el estatus de una inatacable virtud.



Que el padre individual se desvié de este dogma aceptado tendría el mismo significado y consecuencias sociales que si se hubiera desviado de alguno de los Diez Mandamientos. Primero, por supuesto, sentiría culpa porque creería que está contribuyendo a la destrucción de su propio hijo. Segundo, para el padre individual desviarse del patrón socialmente aceptado lo expondría al escrutinio público, ridiculización y condena. La creencia del padre en que está haciendo lo correcto con el niño, reforzada por la aprobación masiva de la sociedad, hace casi imposible que pueda relacionarse con el niño en cualquier otra manera distinta a la prescrita en la propuesta "no los malcríes".



Por tanto, el padre responsable está atrapado por su consciencia hacia alejar a su hijo. Pero la teoría en si misma mantiene su aura de que es lo correcto. La culpa, si las cosas salen mal, termina estando en el niño, cuyo sistema nervioso estaba defectuoso de inicio que no respondió correctamente al obviamente correcto sistema de disciplina.



Una tercera razón para que esta teoría arcaica continúe siendo aceptada es la disponibilidad de numerosas racionalizaciones que explican todos y cada uno de los resultados en los cuales la teoría no produce los resultados deseados. Se ha tornado extremadamente difícil desacreditar esta teoría debido a estar racionalizaciones. Los proponentes de esta teoría no se replantean su validez cuando produce consecuencias indeseadas. Más bien, buscan culpar a uno de los participantes de la situación, ya sea los padres, por no haberla usado lo suficiente, o el niño, por su fracaso a responder correctamente a ella. Si estos fracasos obvios son vistos como éxitos, es prácticamente imposible analizar esta teoría con el mínimo grado de objetividad.



La primera de estas racionalizaciones toma la forma de culpar al padre por varios defectos. El primero de ellos es que no fue sucientemente inteligente, o suficientemente informado para estar consciente de los peligros de la permisividad. Se asume automáticamente que siempre que un niño se convierte en delincuente el padre lo ha criado permisivamente. Esto es solo una suposición, dado que usualmente no hay ninguna evidencia de ello. Lo que se toma por evidencia, es el hecho de que el niño está en problemas. Esta clase de razonamiento es circular y lógicamente indefendible.



El análisis de la situación probablemente ocurrirá en la mayoría de los casos en donde el padre del niño delincuente es una figura pública, políticamente liberal o adinerado. El consenso de la opinión pública, entonces, es que el padre liberal crio a su hijo permisivamente, en congruencia con su filosofía política liberal. En cuanto al padre adinerado, se asume que malcrió a sus hijos dándoles "todo lo que pedían". Aun en la ausencia de evidencia contundente, los padres liberales y/o adinerados pueden encontrar bastante difícil probar que, de hecho, no malcriaron a sus hijos.



Pero ahora con incrementada frecuencia, se ha hecho público que muchos chicos irresponsables, delincuentes, que usan droga o suicidas vienen de hogares en los cuales los padres (aun adinerados) son invariablemente responsables, con responsabilidad cívica y políticamente conservadores. Estos padres incluyen ministros, doctores, policías y jefes de policías, jueces, oficiales militares, hombres de negocios conservadores, políticos y hombres trabajadores.



¿Y qué dicen los que proponen esta teoría con la evidencia de que los niños delincuentes vienen de hogares en los cuales los padres obviamente están bien informados sobre los peligros de la permisividad y de malcriarlos? Esperaríamos que esto debilitara la creencia pública en esta teoría, sin embargo, esto no sucede. Más bien, salen nuevas racionalizaciones que reivindican la teoría, hallando la culpa en los padres. Ahora, como estos padres han aceptado públicamente la teoría para que se sepa que sus hijos no fueron criados permisivamente, la excusa que se les ofrece es que ellos mismos son gente defectuosa. La nueva posición entonces es que la teoría que usaron es la correcta, pero que ellos eran personas no virtuosas que no producirían buenos resultados.



Así, el público comienza la intrigante pero poco caritativa búsqueda de defectos en el carácter de los padres. Hay muchas variaciones sobre lo que pueden ser acusados los padres conservadores. Hipocresía es actualmente la palabra de moda. El razonamiento va más o menos así: "Ah, si, ya sé que el senador (ex agente FBI) nunca hubiera criado a sus hijos permisivamente, pero ya sabemos que los políticos son todos hipócritas. ¿De qué otra manera esperarías que saliera el hijo de un hipócrita?" (El padre puede también ser acusado de ser secretamente alcohólico, adultero o estafador).



¿Quién de nosotros no ha visto la escena final de cualquier serie de televisión en la cual el hijo adolescente, encerrado en la cárcel por uso de drogas, le grita a su respetable padre: "es tu culpa "Has estado jugueteando con tu secretaria por años"? En otra variación de esto, el adolescente culpa a ambos padres por sus líos –su madre usa medicamentos prescritos para el dolor de cabeza y su padre pasa demasiado tiempo en la oficina. (Aquí, el "pecado" del padre es materialismo.)



Estas ideas, por supuesto, encuentran una audiencia receptiva entre los jóvenes que disfrutan acariciar tales fantasías sobre adultos a los cuales temen pero también envidian. Sin embargo, es altamente irresponsable que los adultos maduros representen tales fantasías distorsionadas como explicaciones razonables para la conducta indeseada de los niños. Es televisión, es falso.



El propósito de estas racionalizaciones, es demostrar a la audiencia que la teoría tradicional es válida, pero solo cuando se aplica a padres virtuosos. Aun muchos expertos respetables son culpables a veces de esta forma de racionalización.



El 5 de abril de 1971, la revista Time cito al Sr. Barr, la cabeza de la escuela privada de Manhattan "Dalton School", de esta manera: "El problema con muchos niños es que sus padres son madres y sus madres son hermanas." Aparentemente desesperado por encontrar cualquier racionalización que pareciera apoyar la antigua teoría de la incompetencia parental, el Sr. Barr nos haría creer que la homosexualidad paterna es un factor importante en la delincuencia juvenil.



La siguiente declaración apareció en la revista Time, el 17 de agosto de 1970: "Es entre muchos americanos de clase media y superior que el alejamiento de los niños es más fuerte…… Los padres que pierden el control de sus hijos están usualmente confundidos acerca de sus propios valores e identidades. Como les falta autoridad, estos padres no pueden proporcionar el ingrediente clave de la educación: una fuerza amorosa contra la cual rebelarse." El articulo continua: "la psicoanalista Helene Deutsh cree que muchos padres son aun adolescentes emocionales y eso se hace evidente no solo en sus atuendos juveniles sino también en la falta de madurez interna."



Y la notoria autoridad en cuidado infantil, Dr. Spock, comenta: "el niño delincuente a menudo expresa los deseos inconscientes de sus padres". Por lo tanto, si no puedes hallar un defecto obvio en la personalidad de los padres, hay que buscar una que está escondida muy profunda, en el inconsciente.



El mensaje de esta gente es siempre el mismo: "Nuestra teoría es correcta. Si parece que no produjo el resultado deseado, debe ser culpa de alguien más. El padre no sabía de las maldades de la permisividad." Si sí lo sabía y el saberlo no ayudó, entonces el padre debe haber tenido algún defecto secreto. Si un defecto obvio no puede ser descubierto, se puede postular uno inconsciente. Si el defecto "inconsciente" no se puede demostrar, entonces la sociedad puede ser condenada en masa como hipócrita. Con todos estas racionalizaciones a la mano, podemos ver que tan bien aislada permanece esta teoría de la crítica objetiva.



Los siguientes dos son historias que nos ilustran acerca de como otras racionalizaciones mantienen esta teoría:



Después de la muerte de un adulto joven que cometió suicidio bajo la influencia de las drogas, hable con su padre. Este hombre era un oficial de policía. Como parte de su servicio a la comunidad, había dado conferencias sobre las maldades de la permisividad.



Se podría sospechar que la muerte de su hijo lo hubiera forzado a replantearse sus puntos de vista. Sin embargo, este no fue el caso. Mas bien, el padre me dijo que él había criado a su hijo "bien" (o sea, no permisivamente), pero que lo había "soltado" demasiado pronto. El padre recordaba que cuando el hijo empezó a usar el cabello demasiado largo y a vestirse extravagantemente, el padre no había protestado lo suficientemente enérgico. El padre creía que le había fallado a su hijo y lo había "perdido" ese verano cuando no lo forzó a cortar su cabello y vestirse diferente.



Aquí hay otro ejemplo de una situación similar que me llamó la atención. Nótese, de nuevo, como la teoría tradicional escapa con su reputación intacta a pesar de su obvio fracaso.



Un niño de 6 años que asistía a una escuela privada había estado portándose muy mal en clase. Después de una reunión entre los padres y el director, la conclusión a la que llegaron es que el niño había sido "malcriado" y que lo que necesitaba era más disciplina. El director pidió a los padres que tanto él como los maestros tuvieran autorización para usar varias formas de castigo según su propio criterio, con la promesa de que su firmeza "enderezaría" al niño. Notemos como en la oferta del director estaba implícito que los padres por si solos eran débiles de voluntad o incompetentes.



Los padres les otorgaron tal permiso. Acto seguido el niño fue castigado en todas las maneras posibles por las autoridades escolares, desde perdida de privilegios hasta palizas fuertes con una paleta o vara. Después de un mes de esto, el niño había regresado a un nivel más bajo. Su habla disminuyo, no podía controlar esfínteres ni de día de noche, y casi totalmente sin reaccionar a la autoridad adulta.



Se requirió un año de bondad, paciencia y empatía de parte de los padres para reparar este daño y regresar a este niñito maltratado al nivel apropiado de acuerdo a su edad.



Era de esperar que después de una experiencia de esta clase, las autoridades que recomendaron el acercamiento del castigo y severidad, hubieran replanteado sus creencias. Ciertamente esta fue una situación en la cual debió haber algo de aprendizaje. Desafortunadamente, no aprendieron ninguna lección. Las autoridades escolares liberaron al niño. Pero no se disculparon con los padres por haberse equivocado. En vez de eso, les dijeron a los padres que el niño estaba tan malcriado que ni siquiera la escuela había sido capaz de enderezarlo. Indudablemente las autoridades escolares, usaran este caso como una "horrible experiencia" para ilustrar a otros padres lo peligroso que es malcriar a un niño.



Ya es tiempo de que paremos de poner la culpa de la delincuencia ya sea en los padres, el niño o la sociedad como un todo. Estos intentos modernos para encontrar la fuente de la maldad dentro del niño, los padres o la sociedad no representa más que una sofisticada caza de brujas del siglo veinte, en la cual el público y algunos profesionales son el sumo sacerdote y asesinan a los culpables.



Aunque será difícil hacerlo, debemos desistir de nuestros intentos intelectuales, pero básicamente supersticiosos de encontrar la culpa en la inteligencia o carácter o moralidad de los padres cuando los niños se vuelven delincuentes. Debemos reconocer que los padres promedio en este país no son defectuosos, ni mentalmente, ni moralmente, ni psicológicamente. Debemos todos, con gracia, con generosidad y compasión aceptar la idea de que la mayoría de los padres cuyos hijos se alejan de los valores inculcados o hacia el uso de drogas peligrosas son tan inteligentes, informados, sinceros, conscientes y responsables como nosotros mismos. Si les pudiéramos conceder estas virtudes en vez de culparlos, podríamos enfocar nuestra atención en el enemigo real: la teoría de la permisividad en este país que induce a los padres a interactuar con los hijos en maneras que inevitablemente acentúan sentimientos de enojo en vez de sentimientos de amor, y por lo tanto produce delincuencia. Más aun, podríamos más fácilmente comprender la aparente paradoja que ha sido la fuente de perplejidad por siglos: ¿Por qué los padres más conscientes tienen tantas posibilidades de tener hijos rebeldes y hasta delincuentes?



En la introducción de este libro1 declaro: No hay necesidad de que tu niño se aleje de ti, de que se aleje de tus valores más respetados, o que se incline hacia el uso de drogas – si tienes el valor de comportarte de una manera congruente hacia él, congruente con los principios humanos que has aprendido de tu entrenamiento religioso.



¿Por qué recomiendo algo tan común y poco sofisticado como los principios de una tradición religiosa al padre post Freud, del siglo veinte? Porque basándome en un análisis cuidadoso, cuando quitamos todos los elementos irrelevantes, la esencia del problema del uso de drogas y otras formas de delincuencia son los sentimientos de amor (o de falta de amor) que existe entre la gente.



Por lo tanto, quien haya hablado con alguna autoridad sobre el tema de amor entre la gente también ha hablado con la misma autoridad sobre el tema de la delincuencia. En mi opinión, nadie ha hablado con mayor claridad o autoridad en este tema que los profetas del viejo testamento, los rabinos y Jesús.



En varias discusiones en este libro he tratado de persuadir al lector de que la delincuencia es una "enfermedad" la cual se produce por sentimientos mal manejados. He dicho que el niño se involucra en las drogas y la delincuencia a medida que la fuerza de sus sentimientos de enojo gradualmente superan a los sentimientos de amor que tiene hacia sus padres.



Si los padres entendieran como los sentimientos positivos o negativos se crean en los niños, también sabrían como se crea la delincuencia. Si los padres supieran como expresar y hacer sentir sentimientos amorosos y evitar producir sentimientos de enojo, estaría en su poder erradicar la delincuencia. La guía mas excelente disponible para los padres en este esfuerzo es este conjunto de principios éticos dados a nosotros hace siglos. Estos principios abarcan lo más completamente posible los temas de crear amor y reducir enojo.



La siguiente es una lista de los principios básicos que exhorto a los padres a seguir EN TODO MOMENTO en la relación con sus hijos:





  • La regla de oro.- Compórtate con otros como te gustaría que se portaran contigo.


  • Mantén la fe en la bondad básica de los individuos, independientemente de lo que su actual comportamiento o deficiencias puedan sugerir.


  • Está abierto a perdonar sin límites no importa que tan seguido el individuo no alcance determinado estándar de conducta.


  • Contesta al enojo e irracionalidad con bondad. "Pon la otra mejilla" "Walk the extra mile"


  • Se generoso.


La utilidad de estos principios se deriva del hecho de que cada uno de ellos hace algo constructivo en los sentimientos del niño hacia los padres. Aunque originalmente están listados como principios "morales", cada uno de ellos en realidad es una herramienta poderosa y practica que puede ser utilizada por los padres para generar sentimientos amorosos en el niño y para prevenir que se acumulen los de enojo.



Recordaran como explique en Chapter 1 que no es suficiente con que el padre ame al niño, sino que el amor tiene que ser demostrado totalmente a través de acciones especificas que revelen el amor. El valor de los principios que estoy describiendo aquí es que cada uno de ellos les dice a los padres exactamente cómo comportarse con el niño para demostrar su amor hacia él. Esto genera esos sentimientos de amor que inmuniza al niño contra la delincuencia. Estos principios dados a nosotros por los grandes pensadores compensan de alguna manera por lo que la naturaleza no nos proveyó "instintivamente" –una consciencia clara de la conexión entre los sentimientos internos de amor y su manifestación externa.



Estos principios han sido probados a través del tiempo. La dificultad con ellos nunca ha sido que no funcionen, sino que la gente ha temido demasiado usarlos. Se requiere un acto de fe y valor para que un individuo opere con esos principios: fe en que el poder del amor es más grande que el poder del miedo, para mejorar la conducta de los individuos errantes.






1 Craig, Sidney D. Raising Your Child, not by Force but by Love, Westminster Press, Philadelphia, 1973

2 See also Jan Hunt's article, "The Parenting Golden Rule: One Size Fits All"
2 See also
Jan Hunt's article, "
The Parenting Golden Rule: One Size Fits All"The Parenting Golden Rule: One Size Fits All".
Excerpted from Craig, Sidney D. Raising Your Child, not by Force but by Love, Westminster Press, Philadelphia, 1973, pp. 15-18, by permission of the publishers.





Fuente: Natural Child

CIta de sabado

"No podemos esperar que durante los años de desarrollo los niños muestren conducta adulta"

Robert Mendelson, M.D.

http://www.naturalchild.org/

Sillon para lactancia

viernes, 27 de junio de 2008







La quimica del apego

jueves, 26 de junio de 2008




Me traigo esto de Bebes y mas. La imagen es de Patricia Meteola.








Las hormonas son las encargadas de regular los sistemas del cuerpo y ayudar al individuo a reaccionar frente al medio ambiente. Una de estas hormonas es el cortisol, producida por las glándulas suprarrenales. Una de sus funciones es ayudar a las personas a afrontar el estrés y hacer ajustes corporales para hacer frente a situaciones de peligro. Para que el cuerpo funcione adecuadamente debe haber un equilibrio en los niveles de cortisol, si hay muy poco el cuerpo se “apaga”, si hay mucho se convierte en angustia.



El cortisol es una de las hormonas que desempeña un papel importante en las respuestas emocionales del individuo. Al revisar la calidad de apego entre madre e hijo, los investigadores han encontrado que el apego seguro mantiene al bebé en equilibrio emocional. Un vínculo inseguro, una respuesta inadecuada a las necesidades del bebé acostumbra a éste a un bajo nivel hormonal, lo que lo convierte en apático o puede mantener constantemente estrés debido a la alta concentración hormonal en su organismo traduciéndose en bebés angustiados.El niño está en un estado hormonal que le proporciona bienestar, se esfuerza por mantener ese estado. Los científicos están confirmando que las mamás siempre han sabido que su presencia es importante para mantener la química hormonal del bebé. No sólo la crianza con apego proporciona un equilibrio químico en los bebés. También ayuda a la madre. El comportamiento materno, especialmente la lactancia materna da lugar a un “torrente” de las hormonas prolactina y oxitocina. Estas hormonas ayudan a la mujer a tener sentimientos maternales. De hecho puede decirse que son la base biológica de la intuición materna. Los niveles de prolactina aumentan de diez a veinte veces dentro de los treinta minutos después que comienza la lactancia materna.



La mayor parte de ella se irá de nuevo dentro de una hora. La prolactina tiene una acción corta, con la finalidad de obtener la respuesta de la madre de amamantar con frecuencia. Como dato curioso la oxitocina es una de las hormonas implicadas en el enamoramiento adulto. Criar con el corazón definitivamente es lo mejor para los padres, hijos y la sociedad en general. Por algo nos ocurre algo fisiológicamente con la maternidad y la paternidad, de esto la biología lo sabe muy bien.




Amamantar y trabajar

miércoles, 25 de junio de 2008

¿Quien dijo que no se puede?





http://www.llli.org/docs/spanish/HD_all_sp1.pdf

Citas de L. Gutman, "La maternidad....."

martes, 24 de junio de 2008

"Y la verdad no es linda ni fea, simplemente es. Somos los seres humanos los que nos apuramos en catalogar nuestras emociones en algun rubro conocido y juzgarlas positiva o negativamente. Cuando valoramos ciertas situaciones como "negativas" o "dolorosas", los adultos no soportamos nombrarlas. Al no contemplar nuestro corazon, no logramos respetar nuestras limitaciones y nos engañamos llenando el vacio del alma con medicinas equivocadas"

Sin comentarios

sábado, 21 de junio de 2008


Yo soy madre gonzalizante, pero ya fui stvilizante

viernes, 20 de junio de 2008


Me encontre este articulo excelente via bebes y mas . Ya yo fui una madre stivilizante, aunque no en todos los aspectos, ni siquiera en la mayoria, pero si en algunos. Por eso me parece importante distinguirlos, porque la tendencia es hacia las "soluciones" rapidas. Porque si no hacemos conciencia, seguirá siendo la mayoria.



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Crianza o perpetuar la especie
28.05.2008 -
M. DOLORES GARCÍA SÁNCHEZ


Me pregunto si la sociedad española es consciente de lo que esta ocurriendo en la comunicación que se establece entre las mamás y sus bebés. Sobre todo, me gustaría saber si ellas son conscientes del poder que en realidad tienen para afrontar el porvenir de este país. Nos quejamos de la violencia en la adolescencia, vemos a bebés siendo adiestrados por 'supernannys' en televisión, aplaudimos iniciativas como las de Izquierda Unida de llenar el país con guarderías full time, se expulsa a mujeres que están dando de mamar en un centro comercial y lo vemos normal, no se consiguen las firmas necesarias para aumentar la baja maternal a seis meses, y todo ello sin pararnos a pensar en el fondo de la cuestión. ¿Existe una concienciación y formación en referencia a la crianza? Algunas madres consideran que la crianza es 'cuestión de instinto', mas no comparto esta idea, ya bases como: «debería amamantar a mi bebé», «debería acurrucar y calentar en mi regazo a mi bebé», «debería dormir con mi bebé», y otras que confirmarían una conducta instintiva, en la época que vivimos, vienen denostadas por el entorno real y actual de la madre, como por ejemplo: medios de comunicación, revistas 'especializadas', algunos libros de gran tirada, abuelas influidas por pediatras de hace treinta años, algunos pediatras actuales, etc. Por tanto, en la actualidad, en la sociedad occidental no existe el instinto puro sin influencia.


En nuestras investigaciones he detectado que, incluso mujeres que han estudiado cinco o seis años para ejercer una profesión; a la hora de formarse para la maternidad compran uno o dos libros como mucho, aunque la mayoría ninguno, recomendado por 'amig@s o dependientes de librerías' básicamente, y alguna que otra revista. Al final del embarazo, la futura madre se pone en contacto con la matrona en el curso de preparación al parto, y ésta a veces recomienda leer algún manual de crianza y, luego, el sistema sanitario, en la mayoría de las ocasiones, induce a revisar al niño cada dos meses con el pediatra, y esto, más lo que le comenten amigos, familiares y programas de televisión es, básicamente la relación que establecen las mamás con la formación de la maternidad.


Creo que en España se han generado dos líneas de pensamiento en referencia a la relación con los bebés, una mayoritaria que denomino de amor stivilizante y otra muy minoritaria o de amor gonzalizante, y vienen dadas, por una forma más o menos inconsciente de ser; esto es, por la personalidad de la madre. Una observación somera parece indicar que las madres stivilizantes y las gonzalizantes difieren en su forma no sólo de entender la crianza sino también en su forma de ser, y no es únicamente que unas 'enseñen a dormir a sus hijos' y las otras no, sino que se planteen multitud de aspectos de la crianza desde otro ángulo, aportando relaciones, ya no diríamos diferentes sino casi divergentes.


Además, esta forma diferente de ser, engloba que la madre stivilizante es más práctica, más impaciente, más insegura de sus relaciones maritales y con su feminidad, menos crítica, más pesimista, que valora bastante su trabajo y lo entiende como algo primordial en su vida (madres de esta línea de pensamiento consideran que para compatibilizar la vida profesional y personal mejor, los niños deben pasar más horas en la guardería, no ellas menos en el trabajo), más razonable, más competitiva. Y aparentemente, la madre gonzalizante nos resulta más optimista, más paciente, más observadora, más crítica con su propia educación y con el macro y micro entorno social y personal, más segura de sus relaciones, más intolerante con las opiniones que no le gustan y más obsesionada con la trascendencia del amor por encima de otros aspectos de la vida.


Desde esta perspectiva cada madre hace lo que le dicta su sentimiento y su razón, y conocedores de la disonancia cognoscitiva, suele ser extraño que un individuo se replantee si algo tan importante como la educación y el tratamiento que le esta dando a su bebé es algo correcto científicamente, eficaz psicológicamente, y, en general, si se podría hacer mejor y esforzarse luego por hacerlo; ya que también es posible que algunos responsables de bebés quieran que sus hijos cumplan una serie de criterios, pero no consideran necesario leer una serie de informaciones.


Estas dos formas de pensamiento las podríamos describir como:


Tipo 1: madre con amor stivilizante: entiende que un bebé de tres meses fortalece su independencia si duerme solo en otra habitación, con un peluche, que creen que el niño aprende a dormir, que no suelen hablar ni quedarse al lado del bebé al dormirse éste, quien no necesita alimentarse ni despertarse por la noche. Le dan alta importancia al desarrollo mental del niño y a la disciplina. Así mismo, son inflexibles en criterios de alimentación. No perciben como adecuado coger en brazos al niño, reforzarlo y elogiarlo. Pueden ver incluso adecuado gritar y azotar al niño por 'su bien', y en la mayoría de las ocasiones lo ignoran cuando hace algo que no les gusta o el niño tiene un berrinche, les resulta importante que los bebés sepan 'quien manda' en la casa, muchas utilizan algo llamado 'el rincón de pensar', no suelen ponerse en el lugar del bebé, entienden como satisfactorio y adecuado dejar a los niños con los abuelos (o similar) regularmente para practicar actividades de ocio con la pareja o viajar, consideran que al niño se le quiere mucho pero es una carga muy cansina para las mamás y que requiere una dedicación de veinticuatro horas.


Tipo 2: madre con amor gonzalizante: Normalmente practica el colecho, la lactancia materna a demanda seis meses o más, se muestra flexible entorno a las pautas de la comida o el sueño, no tienen mucha prisa en sacarle el pañal y que el niño 'vaya rápido', coge en brazos al niño cuando llora, para mimarlo, y en muchas ocasiones, para transportarlo, no se impone al niño con ningún tipo de violencia, le respeta, no le grita, no le azota y lo consuela ante un enfado o berrinche; así mismo tampoco considera que los padres necesiten independencia del niño ni que un bebé deba ser independiente. Suele ponerse en la posición del bebé antes de tomar ciertas decisiones. Está bastante enamorada de sus hijos y disfruta la maternidad de tal forma que ésta es una bendición a la que le dedicaría veinticuatro horas.


Ante todo esto surgen diversas situaciones sobre las que meditar:


1. Muchas madres stivilizantes están utilizando técnicas de adiestramiento canino para conseguir determinadas conductas. Técnicas sin validez científica, que desde la psicología, recientes investigaciones parecen demostrar que provoca en el niño una falta de resiliencia (capacidad de los sujetos para sobreponerse a tragedias o períodos de dolor emocional), baja autoestima y futuros problemas de adaptación; que desde la psiquiatría y la medicina, el bebé sufre traumas de diversa índole como vómitos, shock neuronal, ataque de ansiedad, etc., y otros cuadros clínicos; y que desde la ética se puede considerar como una forma de maltrato y abuso del menor. Y, todo esto, cuando el propio difusor del método de adiestrar a los niños para dormir, el pediatra Richard Ferber, empezó en el 2005, en una entrevista publicada el 15 de noviembre en el Wall Street Journal, a retractarse de sus teorías.


2. La forma en la que se está gestionando la compatibilidad de la mujer y el trabajo es absurda, aspectos como más guarderías o dar un dinerito a la madre, o liberarla de parte de sus impuestos no llega a nada , es un fracaso.


3. Muchas mujeres stivilizantes en realidad se arrepienten en determinada forma de haber tenido sus hijos. Los han tenido porque socialmente es conveniente, porque es una norma implícita, porque su madre que le ha ayudado a comprar el piso ahora le exige el nieto, porque no quería ser menos que sus amigas u otros motivos. Si para algunas mujeres su prioridad es el mundo profesional, deberían animarse a reivindicarlo y afirmarlo sin miedo ante los hombres, igual que hay muchos que no desean tener hijos, las mujeres que no lo deseen tienen derecho a planificar su vida para no engendrar.


Concluyendo, me gustaría que la sociedad en general se tomase más en serio la maternidad y la crianza. Con mayor responsabilidad. Y, que las madres en particular, hagan lo posible por asegurarse que le aportarán a su bebé amor y respeto incondicional, ayudándole a ser una persona armoniosa y plena, feliz consigo misma y con el entorno. El planeta se lo agradecerá.



El articulo aparece aqui

Entrevista con Glenn Doman

viernes, 13 de junio de 2008

Glenn Doman, fundador de los Institutos para el Logro del Potencial Humano y autor del libro ‘Cómo Enseñar a Leer a su Bebé’, nos descubre en una entrevista su método para estimular la inteligencia de los niños



El sueño de muchos padres es que su hijo llegue a ser un genio de las letras, o tal vez un músico de prestigio. Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos desde bien pequeños. Pues bien, desde muy temprana edad se les puede ayudar. Gracias a los estudios realizados por los Institutos para el Logro del Potencial Humano, se ha descubierto que el desarrollo cerebral de los más pequeños se puede acelerar a través de la estimulación visual, auditiva y tactil. El profesor Glenn Doman (fundador de los Institutos y autor del libro ‘Cómo Enseñar a Leer a su Bebé’) nos lo explica en esta entrevista.
¿Cómo empezó su trabajo para hacer que niños sanos fueran intelectual y físicamente avanzados?
Nuestro trabajo empezó hace más de 50 años, con adultos y niños ciegos, sordos y paralíticos. En esos días, nadie había oído hablar de una persona con lesión cerebral que se hubiera recuperado. Después de medio siglo de dar a niños con este problema la oportunidad de ver, oír, sentir, arrastrarse, gatear, caminar y correr, empezamos a ver logros. Para 1963 teníamos cientos de niños de 2, 3 y 4 años, con lesión cerebral severa, que podían leer mejor que niños de 8 años completamente sanos.
Cuando concluyeron esto, ¿qué hicieron al respecto?
En 1964 escribí el libro Cómo Enseñar a Leer a su Bebé. Millones de madres lo leyeron y escribieron para contarnos las maravillosas experiencias que tuvieron al enseñar a leer a sus bebés. Decían que era una alegría para ellos y ellas. Comentaban que el amor y respeto por sus bebés se multiplicó.
¿Se están 'desperdiciando' los cerebros de los bebés?
Deploramos el desperdicio de los bosques, del agua, del aire y de la vida silvestre, pero no es nada en comparación con el desperdicio del cerebro de los niños. Después de pasar más de 50 años muy cerca de ellos y sus padres estamos convencidos que cada bebé tiene un potencial de inteligencia más grande del que Leonardo da Vinci jamás usó.
¿Cómo aprenden los bebés?
Todos los niños son genios lingüísticos. No hay un acto intelectual más difícil para un adulto que aprender un idioma extranjero; muy pocos adultos tienen éxito para hablarlo de forma fluida. Sin embargo, para cada recién nacido en Montevideo o Madrid, el español es como un idioma extranjero, ni más ni menos que el francés, el alemán o el suahili. En un año, el bebé entenderá cientos de palabras; en dos años, estará hablando en pequeñas oraciones; a los tres años estará hablando muchísimo.
¿Cuándo se debe empezar a enseñar a los bebés?
Todos los bebés tienen fascinación por aprender. Ellos preferirían aprender que comer, porque para ellos es una habilidad de supervivencia. Los bebés pueden aprender absolutamente cualquier cosa que les enseñemos de manera honesta, basada en hechos y con alegría. Los niños aprenden más en los primeros seis años que en el resto de sus vidas. A este tiempo le llamamos el génesis del genio. Es más fácil enseñar a un niño de cuatro años que a uno de cinco, y a un niño de dos que a uno de cuatro años.
¿Cómo crece el cerebro?
Con el uso, como los bíceps. El cerebro humano es el único recipiente que tiene la característica que cuanto más se le pone dentro, más le cabe. El mundo ha visto el crecimiento y desarrollo del cerebro como si fuera un hecho estático. Sin embargo, es un proceso dinámico y cambiante. Éste puede ser detenido, como sucede con una lesión cerebral severa; puede hacerse más lento, como en el caso de una lesión cerebral moderada, pero más significativamente, puede ser acelerado. Por eso, nosotros proporcionamos estimulación visual, auditiva y táctil con frecuencia, intensidad y duración crecientes, reconociendo la manera ordenada en que crece el cerebro humano.Indican a las madres la manera de enseñar a leer a sus bebés.
¿Cómo es esto posible?
Leer es una función neurológica, no una materia académica. Existen cinco vías al cerebro. Podemos ver, oír, sentir, gustar y oler. Todo lo que aprendemos en nuestras vidas lo hacemos a través de una o más de estas vías. Las mamás saben intuitivamente hablar a sus bebés con una voz clara, fuerte y repetida. La mamá dice: "¿te gustan los lentes de mamá?". "¡Dame mis lentes!", y el bebé concluye que estas cosas se llaman "lentes". Si estimulamos la vía auditiva con información clara, fuerte y repetida, el mensaje llega al cerebro como debe suceder. Esto es una especie de milagro que ocurre todos los días. Si las mamás susurran al oído de sus bebés, las vías auditivas inmaduras de éste no serían capaces de oír la palabra "lentes" y el bebé no aprendería la palabra "lentes" ni ninguna otra. El milagro no sucedería porque no habríamos usado la correcta intensidad para que el mensaje llegara al cerebro.
¿Por qué no ha aprendido el niño a leer espontáneamente a través de la vía visual como lo hace a través de la vía auditiva, sin ningún esfuerzo?
Porque los libros tienen la letra pequeña, demasiado pequeña para la vía visual inmadura del bebé. Para que el mensaje llegue al cerebro a través de la vía visual, el mensaje debe ser grande, claro y repetido.
¿Cuál es su objetivo para los bebés?
Nuestro objetivo es hacer que sean altamente capaces en todas las áreas, porque de esta manera tienen muchas opciones. Tienen más libertad para elegir. Es mucho más posible que tengan éxito en lo que quieran. Son niños que tienen más confianza en ellos mismos, y por lo tanto son más felices, sanos y cariñosos, y se convertirán en adultos con más confianza en sí mismos, felices y sanos.


Fuente: Revista Hola

Bebes que leen?

He decidido empezar el Metodo Doman con mi bebita de 16 meses. Este metodo se utiliza para multiplicar la inteligencia de los bebes y niños pequeños. Mi interes no es, ni por lejos, que aprenda a leer, sino solo estimular su inteligencia y ayudarle a crear conexiones neuronales ahorita que puedo. Divertirnos un rato. Buscar maneras nuevas de jugar. Enseñarle que aprender es divertido. Y si de algo le ayuda en el futuro, pues bienvenido sea ;)
Aprendi de este metodo de Lau
Aqui un enlace que explica muy claramente como empezar:
Aunque claro, nunca esta de más leerse los libros de La Revolucion Pacifica. Yo ya me lei "Como enseñar a su bebe a leer" (muy facil de leer, muy digerible y muy entendible) y estoy en busca de "Como multiplicar la inteligencia de su bebe"
Este fin de semana empiezo a elaborar los bits de lectura para empezar cuanto antes, que siento que se me va el tiempo

Crianza con apego en la escuela

La organización Attachment Parenting International nos brinda en este artículo un recorrido por los ocho ideales de la crianza con apego en los niños en edad escolar.

1. Manténgase informado acerca de los niveles de desarrollo y cognitivos de su hijo

· Aprenda acerca de las diferentes etapas del desarrollo humano y sobre los distintos tipos de temperamento que puede tener un niño.
· Desarrolle una noción sobre el estilo de aprendizaje de su niño (visual, auditivo, táctil, quinestético, etc.). El libro de Howard Gardner, Multiple Intelligences (Inteligencias múltiples) , es una fuente excelente sobre este tema.
· Mantenga sus expectativas apropiadas según el nivel de desarrollo de su niño.
· Investigue todas las opciones educativas que se ajusten mejor a las necesidades del niño y de su familia.
· Abogue por su hijo y esté al tanto de su experiencia escolar.
· Alimente su deseo natural de aprender ayudándolo a desarrollar sus propios intereses.

2. Esté siempre dispuesto a responder emocionalmente

Respete y acepte las emociones y los sentimientos de su hijo.

Vea el mundo a través de sus ojos. Los niños no perciben las situaciones de la misma manera que los adultos, así que trate de mantener sus expectativas según el nivel de desarrollo de su hijo.
Exponga en palabras lo que su hijo pueda estar sintiendo: “Te sientes enojado porque quieres jugar y nos tenemos que ir.”
Cree un ambiente en donde su hijo se sienta seguro de expresar sus sentimientos. Esto se logra escuchando sin reaccionar con demasiado énfasis.
· Mantenga abierta la vía de comunicación sin importar la conducta de su hijo. Mantener la conexión con su hijo es la cosa más importante que usted puede hacer para ayudarlo en los momentos difíciles. Si le cuesta trabajo lograr que su hijo tenga una buena conducta, podría ser una buena idea buscar ayuda profesional.
· Los hijos de padres que responden con compasión a sus necesidades emocionales son más capaces de sentir compasión y de ayudar a los demás.

3. Luche por lograr una salud física óptima

Establezca y mantenga hábitos alimenticios de buena nutrición. Comience a ofrecerles alimentos nutritivos lo más temprano posible para que más adelante los niños los rechacen menos. Se pueden encontrar alternativas saludables para la comida chatarra en la mayoría de las tiendas de productos naturales y supermercados en general.
· Cambien sus propios hábitos alimenticios si es necesario, usted es un modelo ejemplar para su hijo
. · Investigue todos los aspectos del cuidado de la salud para su hijo, incluyendo vacunas, vitaminas y cualquier recomendación sugerida por el personal médico a cargo de la salud de su hijo para que esté bien informado y pueda tomar las decisiones apropiadas.
· Haga ejercicio y sea un ejemplo para su hijo en este aspecto y asegúrese de que su hijo tenga muchas oportunidades para ejercer actividades físicas.
4. Mantenga una relación cariñosa

· El contacto humano cálido y afectuoso es importante para los niños de todas las edades.
· Demuestre su amor con abrazos y besos.
· Cuando los niños crecen, tienden a rechazar las caricias, pero les agrada una palmada en el hombro y un cariñito en la cabeza.
5. Desarrolle y mantenga rutinas de sueño positivas
· Los niños más grandecitos pueden seguir disfrutando de acurrucarse con sus padres en su cama un rato antes de dormir.
· Mucho antes de la hora de dormir, establezca rutinas para calmarlos como un baño, leerle a los más pequeños una historia mientras están recostados en la cama, o sostener una conversación tranquila acerca de su día.
· Trate de mantener una rutina en la hora de dormir, especialmente durante el año escolar.
6. Esté presente y disponible para sus hijos
Los niños siempre desean, disfrutan y necesitan la presencia y la disponibilidad de sus padres.
Estar disponible hace que sus hijos se sientan seguros, cuidados y tranquilos. Los padres deben recordar que la presencia física no es suficiente. Escuchar atentamente, mirarlos a los ojos y conocer los amigos de sus hijos ayuda a mantener abierta la vía de comunicación. Los padres que trabajan deben evitar la tentación de dejar a sus hijos encerrados, y en su lugar, encontrar supervisión adulta para sus hijos después de la escuela.
· Aun los adolescentes necesitan supervisión, la mayoría de los embarazos en adolescentes ocurren entre las tres y las seis de la tarde.
7. Use disciplina positiva
· Los niños que están conectados emocionalmente confían y aman a sus padres y generalmente son más fáciles de disciplinar.
· Los niños que están conectados están motivados internamente para complacer a sus padres la mayoría del tiempo.
· Aprenda a escuchar con atención.
· El uso de consecuencias naturales o lógicas le enseña a su hijo de manera más efectiva que los castigos.
· Los niños a menudo comunican sus sentimientos a través de su conducta. Trate de entender lo que la conducta de su hijo le quiere transmitir. Al mirar el mundo a través de los ojos de su hijo, usted construye las primeras lecciones de compasión. Ayudar a su niño a pensar y entender lo que otros están sintiendo también fomenta la compasión.
· Recuerde que la meta final de la disciplina es ayudar a los niños a desarrollar el auto-control y la auto-disciplina.

8. Mantenga el equilibrio en su vida familiar
· No se exceda en las actividades extracurriculares.
· Permita que su hijo disfrute de tiempo libre. Evite programar actividades cada minuto del tiempo de su hijo. A los niños les encanta tener tiempo para haraganear en la casa, leer, recibir a sus amigos, hablar, jugar o ser creativos.
· Coman juntos en familia con frecuencia. La comida juntos es un momento importante que le ayuda a las familias a reconectarse después de un día ocupado.
· Enfatice ante sus hijos sobre la importancia de pasar tiempo en familia y sobre las tradiciones familiares, sin importar el tipo de familia que usted tenga. Si los padres actúan como si su tiempo juntos no es importante, los niños tampoco lo aprecian.
· Cada niño individualmente necesita tiempo individual con uno o los dos padres. Haga una “cita” con cada uno de ellos por separado para que pasen un tiempo especial juntos.
· Cree noches familiares especiales como “la noche de los juegos”, “la noche de las películas”o “la noche musical”. A la mayoría de nuestros niños les encanta la idea de tener este tipo de noches en familia.
· Los padres deben cultivar su relación y su afecto entre sí. Cuando los niños crecen y desarrollan relaciones de confianza con amigos y familiares fuera del núcleo familiar inmediato, los padres pueden encontrar más oportunidades para pasar tiempo solos. Los padres también pueden desarrollar sus propios pasatiempos, intereses o participar como voluntarios donde siempre habían querido pero habían “pospuesto” hasta que los niños crecieran. Sea un ejemplo para sus hijos e inclúyalos en lo posible.

Attachment parenting Internacional. Copiado con autorización escrita de la fuente.
Fuente: Criar y Amar

Las madres invisibles

Hay días en que se siente el peso cuando eres madre de familia; hay días en que todo te fastidia, como cuando estás en el teléfono y uno de los niños entra a decirte que si lo puedes llevar a tal lado, ó que si le das esto ó aquello, como si no fuera obvio que en ese momento estás ocupada; por dentro piensas qué no ves que estoy en una llamada?, obviamente no, ni lo toman en cuenta; igual si estás cocinando, ó limpiando el piso, ó poniendo la ropa en la lavadora; parece que fueras una persona invisible; la mamá invisible.
Algunos días se siente como si fueras solo un par de manos?.me arreglas esto?, me abres esto?, me amarras acá?, me abotonas?.?; otros días me he sentido un reloj que solo da la hora?.ó la guía del sky?en qué canal está el Disney channel?...Otras veces he estado segura de que estas manos que alguna vez sostuvieron libros entre sus manos, hicieron excelentes trabajos en la universidad, y recibieron el título universitario se han perdido entre huevos fritos, arroz y guisados, lavadoras y el volante del auto.
Una noche asistí a una reunión de amigas para dar la bienvenida a una de ellas que volvía de un viaje increíble; estaba ahí sentada y en un momento empecé a comparar mi vida con la suya y no pude dejar de compadecerme; de pronto ella se me acercó con un paquete envuelto para regalo y me dijo: te traje este libro de las mas hermosas catedrales en Europa; de repente no entendí porqué me lo había traído; llegué a mi casa, lo abrí y la dedicatoria era: "A _____ con admiración, por la grandeza de lo que está construyendo cuando nadie la ve."
En los días posteriores me devoré el libro, y descubrí en él verdades que cambiaron mi vida. Nadie puede decir con certeza quienes construyeron estas magníficas catedrales, no se tiene registro de sus nombres. Estos constructores trabajaron toda su vida en una obra que nunca verían terminada; hicieron grandes esfuerzos y nunca esperaron crédito, su pasión por el trabajo era alimentada por su fe y por la convicción de que nada escapa a la mirada de Dios. El libro cuenta la anécdota de un hombre poderoso que fue a supervisar la construcción en una de estas catedrales y se encontró con uno de los trabajadores que tallaba un pajarito en una de las vigas de madera que sostendrían el techo, curioso le preguntó que porqué perdía su tiempo tallando esa figurilla en una viga que nadie vería ya que sería cubierta con yeso y le respondió: "porque Dios si lo ve".
Cuando terminé el libro, todo tuvo sentido; fue como si escuchara la voz de Dios murmurando en mi oído: "ya ves, hijita, ningún esfuerzo ó sacrificio que haces pasa desapercibido a mis ojos, aún cuando estés realizando tus labores en soledad; ningún botón que pegues, ningún huevito revuelto que hagas es un acto demasiado pequeño para que yo no lo vea y eso me haga sonreír.
Estás construyendo una gran catedral, solo que ahora no puedes ver en lo que tus esfuerzos se convertirán.
Ahora entiendo que ese sentimiento de "invisibilidad" que sentí no era una aflicción, era el antídoto para mi egoísmo y mi orgullo; era la cura para el querer estar siempre en el centro. Me ha ayudado mucho a ubicarme el verme a mi misma como una constructora. El autor de este libro dice que en la actualidad no se construyen este tipo de edificios porque ya no hay personas con ese espíritu de sacrificio que estén dispuestas a dar su vida en una labor que a la mejor nunca vean concluida.
Cuando pienso en eso, solo deseo que cuando mi hijo invite a sus amigos a la casa, no les diga: "te invito porque mi mamá se levanta a las seis am a hacer unos pays deliciosos, además plancha personalmente los manteles en los que nos sirve la comida y trapea a rodilla la sala y comedor", porque eso sería estarme construyendo un monumento a mí misma; no, lo que deseo desde el fondo de mi corazón es que mi hijo les diga: "te invito a mi casa porque ahí te la vas a pasar muy bien". Mi meta es hacer de mi casa un verdadero hogar, un lugar a donde mis hijos quieran llegar porque puedan estar felices y relajados y que por esa razón, quieran traer a sus amigos. Como madres de familia, estamos construyendo grandes catedrales; mujeres y hombres de bien; almas que vayan al cielo y lleven entre sus manos a todos los suyos. Mientras laboramos no podemos estar absolutamente seguras si lo estamos haciendo bien, pero un día, es muy posible que el mundo se maraville, no solo por lo que habremos construido, sino por el bien y la belleza que habremos aportado por todo el trabajo silencioso de las "madres invisibles".
Traido de cozybebe

Home Alone

lunes, 9 de junio de 2008

Nine-year-old Annabelle Loudon of New Jersey pleaded to stay home alone. "Annabelle was tired of having to come on trips to the grocery store when her big sister wasn't home to baby-sit," says her mother, Margaret Loudon. "She's always been mature for her age and she knows she can call on her grandmother or neighbors if there's a problem." Loudon decided to leave her daughter home while she quickly ran to the store. Returning home, Loudon found a content preteenager with no problems.

Jody Johnston Pawel, licensed social worker and certified family life educator, has several tips for deciding if your preteen is ready to stay home unsupervised. She cautions against making the mistake of relying solely on age. Many 10-year-olds are ready for staying home alone; some 11-year-olds aren't mature enough, and some 9-year-olds are. Pawel recommends combining age with other criteria to determine if your own child is ready to be left home alone.
Make sure your preteen:
Has been taught how to handle emergencies.
Shows reasonable behavior when choosing independent activities.
Is not habitually forgetful or oblivious to surroundings.
Is self-sufficient (can prepare small meals and snacks).
If you're unsure how your child will behave when alone, leave him for short periods of time and see how he does. April Lee Schmidt of Alabama says, "I started leaving my 10-year-old daughter for five to 10 minutes to start with and gradually worked up to an hour or two." Pawel left her son alone – at first for only 15 to 20 minutes – when he was 10. But she didn't leave him home alone with his sister until he was 13 and had attended a Red Cross first aid and CPR class. At 11 1/2 her daughter is just starting to stay home alone.
Making Rules
Before leaving home, don't forget to discuss rules with your child. "I lock the door on my way out," says Elizabeth Hale of Quebec, mother of three boys. "They aren't allowed to answer the phone or the door. I don't want anyone to know they're home alone." Schmidt doesn't allow friends to visit unless it's prearranged, and her daughter can't go anywhere, even outside, unless given prior permission. "I tell her it's OK to tell a fib, like I'm in the shower or have my hands full with the baby," she says.
Pawel offers several suggestions for rules, such as requiring that your preteenager know how to fix low-danger meals. "Show them how to prepare meals without a stove to prevent fires," she says.
Powel also recommends no visitors, because experimenting with peers is tempting, and parents may be held liable for things that happen in their homes. "Don't forget to discuss obvious things like no smoking, drinking, girlfriends or boyfriends," she says.
Preteenagers should probably stay inside the house, but kids older than 13 may be allowed to go places as long as they let parents know where they'll be. If a home has caller ID, parents might allow children to answer calls from familiar callers, and Pawel suggests developing a signal, such as two rings, to notify kids that a parent is calling. Also, discuss how to identify a stranger and what to do if a stranger comes to the door.
Keeping Kids Safe
An emergency probably won't happen while you're not home, but what if a crisis does occur? Whether faced with a fire, a flood or a cut forehead, your child needs to know what to do and which calls to make. Here are some tips:
Teach your child basic first aid.
Leave emergency contact numbers by the telephone. Be sure to include 911 (discuss when it would be appropriate to call), cell phone numbers for you and your spouse, poison control, a close neighbor and a nearby friend or relative. It's also a good idea to leave the number for an out-of-state relative or friend since local lines can be tied up due to a nearby emergency.
Create an emergency evacuation plan. Discuss two escape routes for each room. Talk about disasters that could happen in your area, such as wildfires, earthquakes, floods or severe snowstorms. Practice your evacuation plan. Tell your child to turn on the radio for instructions if a disaster occurs.
Teach fire safety. Decide upon two sites to meet in case of fire or another disaster. One meeting place should be near your home. The other should be outside of the neighborhood, in case the neighborhood is inaccessible

Leche materna y leche de formula

Me traigo el articulo tal cual, pero quiero aclarar que no estoy muy de acuerdo en la ultima parte sobre las "ventajas" de la lactancia artificial y sobre la alimentacion mixta. Los pongo por respetar el contenido original del articulo, pero por supuesto este blog apoya la Lactancia Materna al 100%
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La leche materna es el mejor alimento para los niños, de la misma forma que la leche de vaca es la mejor para los terneros. Todos los mamíferos producen leche que es perfecta para sus crías. En esta entrevista con la Dra. Gro Nylander, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Rikshospitalet de Oslo, Noruega, descubrirás más cosas sobre la lactancia. Gro Nylander ha escrito el libro ”Maternidad y lactancia ”, publicado por Ediciones Granica. En este libro ofrece información y consejos a los nuevos padres, de manera exhaustiva y de fácil comprensión.

- ¿Por qué es mejor la leche materna?
- La leche materna contiene de manera precisa todo lo que el niño necesita para su desarrollo y crecimiento natural. Siempre está fresca, ya que se toma directa de fábrica. La leche materna es fácil de digerir, y se sirve limpia y a la temperatura adecuada. De esta manera se evitan los intermediarios que encarecen el producto final y el riesgo de contaminación por falta de higiene. Además, el momento de la comida es cálido y agradable y transmite seguridad al pequeño.
Otra ventaja es que los niños de pecho no necesitan agua, incluso durante días calurosos de verano o cuando tienen fiebre. Estudios hechos en los trópicos muestran que incluso durante intensas olas de calor, los niños están bien hidratados cuando se les da el pecho siempre que lo piden. Por lo tanto no es conveniente estropear el delicado equilibrio del intestino del niño dándole agua u otra bebida mientras no sea absolutamente necesario.

Lípidos favorables para el ser humano
Gro Nylander tiene como referencia una larga serie de estudios científicos cuando explica con detalle los componentes de la leche materna y por qué son tan importantes para el crecimiento, desarrollo y salud del niño. En primer lugar, está la grasa.
La grasa es una parte importante de la leche materna y aporta por término medio la mitad de las calorías. Esta grasa favorable para el ser humano está repartida en minúsculas gotitas de manera que el bebé pueda aprovecharla por completo. La grasa es importante para, por ejemplo, el desarrollo del cerebro. Cuando el niño nace el cerebro todavía no está completamente desarrollado. La creación de tejido cerebral precisa de mucha cantidad de grasa, el mejor material para construir este tejido es la grasa de la leche materna.
La grasa de la leche materna también es necesaria para el desarrollo de la vista. Por si fuera poco, la grasa de la leche materna favorece un crecimiento adecuado. Existen estudios que muestran que los niños de bajo peso al nacer, que por alguna razón han pasado hambre mientras estaban en el útero de su madre, engordan más rápido con la leche materna que con cualquier otro alimento.
A algunos les sorprende que la leche materna contenga tanta grasa, ya que su aspecto es parecido al de la leche de vaca desnatada. La explicación es que la composición de la leche materna cambia constantemente, de acuerdo a las necesidades del niño. La cantidad de grasa varía a lo largo del día y también a lo largo de cada toma. En general, la cantidad de grasa aumenta hacia el final de la tetada, cuando el niño ha saciado su sed y puede llenarse con unas cuantas calorías. A menudo también aumenta la cantidad de grasa a medida que transcurre el día. La grasa libera sustancias que hacen que el niño se sienta somnoliento cuando se acerca la hora de acostarse.

Hidratos de carbono y proteínas
Es un pequeño shock para el bebé llegar al mundo después de haber estado en el vientre de su madre, donde recibía alimento continuamente, día y noche. Ahora pasan horas entre toma y toma. Cuando por fin la comida está servida, el pequeño puede sentirse incómodo por el hambre y la bajada de azúcar en la sangre. En esos momentos es bueno saber que la leche que sale del pecho al principio de la tetada tiene abundancia de azúcar (lactosa). Esta leche le da al niño fuerzas para seguir mamando y hacerse con todos los otros beneficios que la leche materna le ofrece.
-¿A qué está bien pensado?, comenta la obstetra.
En la leche se encuentran muchos tipos de hidratos de carbono. La lactosa contribuye a que el calcio se absorba fácilmente. Otros azúcares hacen que una bacteria beneficiosa (Lactobacilus bifidus) florezca en el intestino del niño, facilitando la digestión. Esta bacteria es la razón por la que la caca de los niños de pecho no tiene un olor desagradable.
La cantidad de proteínas de la leche materna es precisamente la adecuada para los niños de pecho nacidos a término. Los prematuros necesitan más proteínas, pero, afortunadamente, la naturaleza ya se encarga de ello: las madres de prematuros producen leche que contiene más proteínas. Por ello es muy importante que los bebés prematuros reciban la leche de su propia madre lo antes posible.La leche de vaca contiene demasiadas proteínas para los pequeños bebés humanos. Por esta razón en el pasado se diluía la leche de vaca con mucha agua para dársela a los bebés antes de que apareciera en el mercado la leche artificial industrial. El problema era que entonces la leche contenía demasiado poco azúcar, así que había que añadirle más.
Minerales, oligoelementos y vitaminas
En la leche de todos los mamíferos hay poco hierro. Pero el poco hierro que se encuentra en la leche materna está especialmente preparado para ser absorbido por un cuerpecito humano y su cantidad es la suficiente para los niños nacidos a término. De hecho, dar el pecho de manera exclusiva es la mejor protección para que el niño no sufra de anemia durante los primeros seis meses de vida. La mayoría de los niños prematuros deben recibir suplemento de hierro durante un tiempo porque todavía no habían almacenado una reserva de hierro en su cuerpo.
La leche materna también contiene muchos otros minerales y oligoelementos en la medida exacta y adecuada. Es el caso de, por ejemplo, el zinc, que es bueno para la piel, contrarresta el eccema y hace que las heridas se curen más rápidamente.
En general, la leche materna contiene todas las vitaminas que el niño necesita durante los primeros seis meses de vida. La única excepción es la vitamina D, que es necesaria para que el esqueleto obtenga calcio. La luz del sol es la encargada de que el cuerpo reciba vitamina D. Los habitantes de países muy al norte que no ven el sol en largos períodos deben tomar vitamina D.
- Un buen consejo de salud es que el niño pase tiempo al aire libre, aunque intentando evitar el sol directo. Algunas madres de piel obscura que están muy poco expuestas al sol por motivos religiosos o culturales deberían tomar suplementos de vitamina D, especialmente durante el embarazo y la lactancia.
La leche materna es medicina

Asbjørn Langslet, catedrático de pediatría, suele decir: ”mientras le des pecho a tu hijo, recibe una pequeña vacuna diaria”. Gro Nylander complementa esta información nombrando algunas enfermedades contra las que la leche materna puede proteger.
- Algunas investigaciones han demostrado que la leche materna ayuda activamente al bebé a evitar enfermedades. Por ejemplo, la leche materna, y especialmente el calostro, contienen importantes anticuerpos que protegen las mucosas contra diversas infecciones. Es un hecho comprobado que la leche materna funciona como una especie de guardaespaldas para el niño, pues contiene muchos glóbulos blancos, conocidos como “la policía del cuerpo”. Los glóbulos blancos se comen a los microorganismos dañinos y hacen que otras células pongan en marcha sus mecanismos de defensa. También está demostrado que los niños de pecho están menos expuestos a padecer diarrea y otras enfermedades del sistema digestivo. También se reduce el riesgo de sufrir dolencias de las vías respiratorias, tales como resfriados, bronquitis, neumonía y otitis. Y lo mismo en cuanto a infecciones urinarias, eccema y alergia, diabetes juvenil y, en la edad adulta enfermedades del aparato digestivo. Pero recuerda que aunque el riesgo se reduzca, esto no quiere decir que el niño no pueda ponerse enfermo. A veces la gente se ahoga aun llevando chaleco salvavidas, constata la Dra. Nylander.
- Hay quien usa la leche materna para la nariz tapada. Poner un par de gotas en el orificio nasal puede ser beneficioso, debido a que los anticuerpos de la leche materna son especialmente importantes para las mucosas. También hay quien unta leche materna en la piel con eccema, pero no se ha probado que esto tenga algún efecto.

Continuación natural
Después del embarazo y el parto, la lactancia es la continuación natural y apropiada. Lo correcto es que el recién nacido mame de su mamá, y ello le transmite sin duda sensaciones agradables. No hay que olvidar que está acostumbrado a una vida protegida en su vientre y ha pasado por el enorme e intenso esfuerzo que es venir al mundo a través del estrecho canal del parto. De manera natural, el recién nacido busca el pecho de su madre donde encuentra buen alimento y cálido consuelo en un mundo que es tan diferente del que abandonó, dentro de su mamá.
También es natural que Mamá esté agotada y llena de dudas al llegar a casa de la clínica con su pequeñín indefenso. Papá quiere ayudar, pero tal vez se sienta un poco frustrado y fuera de lugar. Por suerte, hay mucho que Papá puede hacer aunque no pueda dar el pecho. Ambos padres pueden resolver sus dudas en el libro ”Maternidad y lactancia”. Gracias a él pueden sentirse tranquilos al recibir orientación y buenos consejos acerca de todas las cuestiones que tengan que ver con el pequeño, también sobre lactancia y alimentación artificial. La autora es experta en lactancia, y mamá de 3 hijos ya mayores. En su trabajo como médico obstetra y también como miembro activo de la Asociación de Ayuda a la Lactancia noruega desde sus comienzos a finales de los años 60, ha obtenido amplia y sólida experiencia acerca de los muchos problemas y retos con que se encuentran los nuevos padres.
¿Y la salud de la madre?

”Esto no puede ser sano” piensa quizá la madre que da pecho mientras con esfuerzo intenta sobrellevar el día a día durante el puerperio. Muchas mujeres que acaban de convertirse en madres sufren por el cansancio agotador, las molestias físicas y las noches sin dormir. El consuelo que la doctora Nylander les ofrece es que la situación mejora después de un tiempo, y que de hecho la lactancia es buena para la salud de la madre.
Mucha culpa del cansancio la tienen las “brumas de la lactancia”, una somnolencia que aparece debido a las hormonas que se producen mientras se da el pecho, y que hacen que la madre tenga que relajarse cuando puede. Es la manera que la naturaleza tiene de hacer que la madre se concentre en el pequeño y que todo lo demás pase a un segundo plano.
- Tranquila, las brumas de la lactancia son pasajeras. Los investigadores han demostrado que después de unos meses, las madres espabilan y se vuelven muy rápidas y atentas, siempre alerta. Esto ocurre más o menos cuando el niño empieza a moverse y avanzar y necesita que lo vigilen de una forma diferente a cuando era un recién nacido. Durante el puerperio aprovecha para tomar muchos momentos de descanso. “Duerme cuando puedas”, alienta la experta en lactancia. La doctora nos recuerda que tan pronto como la lactancia esté bien establecida, dar el pecho funciona como un acto relajante y tranquilizador. Se ha descubierto que la hormona que se produce al dar de mamar, la oxiticina, funciona como tranquilizante, baja la tensión arterial, disminuye la agresividad y la angustia, y refuerza el sistema inmunitario. Las mujeres que dan el pecho están menos estresadas y enferman con menos frecuencia que las que no dan el pecho.
Gro Nylander constata que es fácil darse cuenta de la influencia positiva que la lactancia tiene para el cuerpo durante la época inmediatamente posterior al parto. - Muchas mujeres sienten como el útero se contrae cada vez que dan de mamar.

La lactancia también te beneficia a largo plazo. Los pechos se mantienen sanos. Parece que el dejar que los órganos cumplan la función para la que fueron creados protege contra la enfermedad. Numerosos estudios muestran que el riesgo de padecer de cáncer de mama en la menopausia se reduce al haber dado el pecho. La lactancia también parece reducir algo el riesgo de sufrir cáncer de ovarios.Para el resto de tu cuerpo es también positivo que des el pecho. Al contrario de lo que muchos creen, tu esqueleto se mantendrá fuerte y sano, sólo con que te preocupes de obtener suficiente calcio para sustituir el que das con la leche.

- La madre que da el pecho debe cuidar de que su alimentación sea equilibrada y de beber suficiente líquido que reemplace el que se gasta con la leche. Es importante tener claro que el cuerpo da prioridad a la producción de leche y para ello utiliza las sustancias nutritivas que tú recibes. Lo que queda después de ello es lo que tu propio cuerpo absorbe. Lo mismo ocurría cuando estabas embarazada, el niño se servía los nutrientes, y después tu cuerpo recibía el resto. Por eso es tan importante que cuides la alimentación durante el embarazo y durante el puerperio, dice la Dra. Nylander.

Leche artificial

Puede haber muchas razones para que un niño no reciba leche materna. El pequeño puede ser adoptado. O quizás la madre tuvo que dejar de dar el pecho debido a complicaciones o circunstancias de la vida que hicieron imposible la lactancia. También puede pasar que la madre esté enferma y deba tomar medicinas tan fuertes que el niño no las tolere. Las mujeres que se han operado los pechos para reducirlos a veces no consigue producir leche.

En Noruega el 98 o 99% de las madres da el pecho después del parto. A los tres meses, nueve de cada diez continúan dando el pecho a su hijo. Gro Nylander comenta que son poquísimas las mujeres noruegas que no quieren dar el pecho. Por regla general, siempre hay una razón importante por la que los bebés toman leche artificial. Desde luego, esos niños también crecen bien sin una gota de leche materna.Para que los niños de biberón reciban la misma estimulación en el momento de la comida que los niños de pecho, es importante que los elementos que se dan por sí mismos durante la lactancia también estén presentes. Hablar al niño para que oiga las voces de sus padres. Que la madre o el padre abracen al niño y le mantengan pegado a su cuerpo con un brazo descubierto de modo que la carita se apoye contra el pecho desnudo del padre o madre, para que así sienta los latidos del corazón. Mientras come, el bebé debe sentir calor y los movimientos que hace un cuerpo grande al respirar, y ver una cara adulta cariñosa, recomienda Nylander.

- Las leches artificiales modernas están basadas en leche de vaca que ha sido tratada de manera especial y adaptada para que sea digerible y adecuada para el bebé humano. Con ellas, los niños que no toman pecho reciben la segunda opción posible. A esta leche se le añade hierro, minerales y vitaminas, y se le quitan gran parte de las proteínas, pues la leche de vaca tiene demasiadas. Ya que la grasa de la leche materna es tan beneficiosa para el desarrollo del cerebro y la vista del bebé, ahora las compañías que fabrican leche artificial trabajan en añadirle a ésta ácidos grasos omega-3 que se parezcan a los naturales que contiene la leche materna. No se conoce el efecto a largo plazo de estos añadidos artificiales.
La Dra. Nylander recalca que si tu bebé toma leche artificial, debes prepararla con cuidado. Debes seguir las instrucciones del envase al pie de la letra. Si pones demasiado polvo, la mezcla será demasiado fuerte para el pequeño estómago de tu hijo y demasiado concentrada para todo el organismo. No seas demasiado “generosa”. Por otro lado, si pones poco polvo, la mezcla será demasiado floja, con poco alimento.
Ventajas

Las desventajas de que el niño no reciba leche materna son evidentes: el niño se pierde los beneficios que proporcionan las características especiales de la leche materna, y la mujer se pierde las ventajas para sí misma que proporciona el hecho de dar el pecho.
- Pero la madre y el padre pueden consolarse con que también hay algunas ventajas con el biberón. Se puede ver cuánto ha tomado el niño, y así uno no se pregunta si es por hambre que el niño llora. Además la leche artificial es relativamente constante en su composición. No depende de lo que la madre coma y beba o las medicinas que tome, ni de qué hora del día es, comenta Nylander. - Que la madre y el padre puedan relevarse mutuamente con las comidas es también una ventaja. Aunque la madre se pierda los efectos saludables de la lactancia para sí misma, al menos también suele librarse de posibles problemas en los pechos como la inflamación o las grietas. Como contrapartida, la madre quizá lo pasó realmente mal al principio cuando quedó claro que su hijo no iba a poder ser un niño de pecho.
Alimentación mixta

Algunas madres dan a su hijo tanto leche materna como un suplemento de leche artificial. Esto puede ser agotador, pero también ofrece la posibilidad de beneficiarse de las ventajas de ambas.
- No empieces a usar biberón mientras haya esperanza de volver a amamantar al niño en exclusiva. Es mejor usar una tacita o vasito. Si ya no hay duda de que debéis continuar con el suplemento de leche artificial, debes dar primero el pecho y después biberón, recomienda Nylander.
Si estás dudosa de si debes empezar con biberón porque crees que quizás tengas poca leche, tiene un buen consejo para ti:
- Si tuvieras poca leche, a partir de los 4 meses de edad es posible dar pequeñas cantidades de alimentos sólidos, así que probablemente no necesitarás un suplemento de biberón. Y, de cualquier forma, a partir de los 6 meses es el momento de empezar con la alimentación complementaria. Yo sé que puede ser muy duro cuando el personal de salud y las asociaciones de apoyo a la lactancia continuamente resaltan las innumerables ventajas de la leche materna. Recuerdo la sorpresa y la tristeza cuando yo misma tuve que darme por vencida, mi hijo mayor tenía 6 semanas. Yo que había creído que esto de la lactancia era coser y cantar, algo que funcionaba por sí solo. Así germinó en mí la idea de que había que hacer algo para informar y ayudar a las mujeres para que no fracasaran con la lactancia.Gro Nylander hizo algo. Se convirtió en consultora de lactancia y después de estudiar medicina se especializó en Ginecología y Obstetricia. A lo largo de muchos años se ha ocupado de estudiar y promover la lactancia y el contacto entre la madre y el recién nacido. Ha viajado por toda Noruega para difundir los conocimientos sobre lactancia y sobre la "Iniciativa Hospitales Amigos de los Niños" y las 10 reglas para conseguir una lactancia satisfactoria que hoy día son el standard en todos los paritorios del país.
- Es difícil llegar a todas las mujeres. A los que trabajamos en los paritorios y en las maternidades, así como a los pediatras, nos ocurre con frecuencia que no alcanza el tiempo para decir todo lo que nos gustaría explicar y compartir con la mujer que acaba de convertirse en madre. Esta es la razón por la que accedí a escribir un libro sobre el tema cuando la editorial me lo propuso. Escribirlo me llevó tres años, y estoy muy emocionada por la fantástica acogida que ha recibido.
En Noruega el libro ciertamente ha alcanzado de lleno al público, la autora recibe continuamente cartas de agradecimiento. El libro ha recibido críticas maravillosas. Uno de los principales periódicos noruegos considera este libro un “must”, algo que como madre no puedes perderte.
Entrevistada por: Eva Fosse Publicado: Helsenytt, 2000Traducido del noruego por Maria Begoña Freijeiro Sabater, revisado por Carlos J. González Rodríguez, pediatra.Febrero 2005.
Gro Nylander es autora de la obra "Maternidad y lactancia"

Fuente: Holistika

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